el dardo

Demografía

El Instituto Nacional de Estadística acaba de oficializar las cifras de nacimientos registrados en España durante el pasado año, que subieron un 0,1%. En general, se observa un estancamiento preocupante -apenas nacieron 426.303 niños, 588 más que el año anterior-, mientras en Canarias el crecimiento fue del 3,1% -porcentaje equivalente a 16.356 nuevos ciudadanos, por 15.859 en 2013-, superado solamente por Ceuta y Melilla, donde el aumento de la población musulmana -y lo mismo ocurre en toda Europa- resulta imparable, con tasas siempre superiores al 7,5%. Los expertos coinciden en señalar que el principal problema del futuro de la humanidad será el alto grado de envejecimiento poblacional y el crecimiento insuficiente de la natalidad, que difícilmente podrán garantizar el actual sistema de pensiones, por citar una cuestión prioritaria para todos los tiempos. Solamente una gran emigración hacia el primer mundo podría evitarlo, pero en los países subdesarrollados también está decreciendo el índice de natalidad. Los demógrafos opinan que a este paso España irá japonizándose sin remedio; es decir, crecerán el PIB y las deudas pública y privada, pero envejecerá la población y descenderán los nacimientos; se aventura que en 2019 el 31% de la población será mayor de 64 años. En estas circunstancias, la única política demográfica rigurosa y viable apunta a la subvención o, mejor aún, la incentivación fiscal de la familia y de la natalidad, dentro y fuera del matrimonio, a partir de cierto nivel de renta, para asegurar el sostén económico de los hijos hasta la mayoría de edad y ayudar a la maternidad en todos sus aspectos, incluyendo ayudas para las madres que trabajan fuera del hogar. El PP llevaba estas iniciativas y otras similares -tal y como es práctica común en varios países europeos- en su programa electoral pero, parece haberlo olvidado en aras de una sacralización desmedida de los objetivos macroeconómicos y del cortoplacismo, cuando el futuro del crecimiento económico y del bienestar dependen más del capital humano que de cualquier otro factor. Ya sé que la cuestión tiene ámbito preferentemente estatal, pero me sorprende que en el programa de Gobierno CC-PSOE para Canarias ni siquiera se le dedique una sola línea. Y tan solo 6 a la inmigración.