RAFAEL LUTZARDO | Santa Cruz de Tenerife

Su mirada delata vida, libertad, espacio, proyectos, objetivos y metas a corto espacio. Eugenia Bethencourt se formó académicamente como ingeniero técnico en Informática de Gestión. Sin embargo, su vocación fue por otros derroteros y eligió la ópera como género interpretativo profesional. Esa pasión motivó que esta diva tinerfeña lograra que se viera actuando en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Una dulce voz que nace en la cuna de los manantiales de Canarias. Una soprano ya convertida en diva en los grandes escenarios de los teatros de Europa y el resto del mundo.

La casa de su querida abuela, Conchita Mendoza, en Valle de Guerra, la acogió de nuevo por unos breves días. Muchos son los lugares importantes y preciosos que esta gran mujer de nuestra tierra ha visitado, pero ella prefiere la isla de Fuerteventura como espacio de bellos amaneceres y atardeceres. Un lugar que Eugenia describe así: “Mágico, hermoso y lleno de magia”. Ahí, en esa isla bendita, en Playa de las Dunas de Corralejo, la joven soprano se recrea muchas tardes viendo como la caída del sol se desvanece tras un día largo de trabajo. Su cristalina voz se mezcla con el fluir de las olas, mientras el paisaje costero la seduce para que le cante uno de sus repertorios y a la vez, ser trasladado a través del eco del viento sobre las alas de libertad de las olas.

Gran presencia

Eugenia Bethencourt es una profesional entregada en cuerpo y alma al arte de la música del género musical teatral de difícil y complejo de realizar como es la ópera. Recuerda con cariño el apoyo de sus padres para poder estar hoy en la élite mundial de la ópera y zarzuela. “Mis padres fueron los verdaderos propulsores para que yo haya podido estudiar la carrera musical”.

Dicen de ella los más críticos y estudiosos de este genero musical que Eugenia Bethencourt “posee todo para ser Turandot: volumen suficiente, brillante agudo y a demás cuenta con una gran presencia escénica”.

En Valle de Guerra, la memoria de la feliz soprano no paraba de recordar. “He tenido la oportunidad de trabajar con grandes profesionales como Alejandro Zabala, Marcus, Evangelisti, Juan Antonio Alvárez Parejo, Mark Hastings, Wolfgang Riege, Miguel Zanetti, etcétera”.

Lo cierto es que se trata de una tinerfeña que va llevando el nombre de Canarias por el mundo a través de su maravillosa y gran voz y sus respectivos repertorios. También, lleva un mensaje de paz y por un mundo mejor y más justo.

Eugenia Bethencourt ha sido la primera soprano española en ser seleccionada como becaria por Dora Zajick para perfeccionarse profesionalmente en su programa Jóvenes voces Dramáticas. Ganadora del concurso de Collosa d’enSarriá. Finalista del Concurso Francisco Viñas, en 2008. Salas, teatros y auditorios de medio mundo ya han sido testigos de su presencia, de su elegancia, de su personalidad y su gran nivel.

En sus actuaciones enamora al público más selecto. Ahora tiene programados varios conciertos en Alemania e Italia con grandes profesionales. En una página no cabe la descripción de la grandeza de esta artista. Pero sí cabe en todos los corazones de los canarios que la admiran.