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Entra Podemos – Por Pedro Fernández Arcila

No saben los que nos pasa y el no saber lo que nos pasa es, precisamente, lo que nos pasa”. Esta adaptación personal de la famosa frase de Ortega y Gasset me venía a la memoria, de manera recurrente, cuando los responsables políticos del Cabildo de Tenerife disertaban sobre las cuestiones estratégicas o trascendentes para la isla.

Nuestra isla cambiaba en mundo cambiante pero la gerontocracia insular era incapaz de reconocer estas nuevas realidades, en gran medida porque ignorarlas era parte de su supervivencia. En perfecta y saludable desconexión con estos representantes políticos la sociedad más comprometida de nuestra isla comenzó, hace más de diez años, a reclamar nuevos modelos de desarrollo. En el año 2002, tras la exitosa manifestación contra los tendidos eléctricos de Vilaflor, numerosos colectivos sociales deciden organizarse y continuar en la calle, el único espacio que en aquel momento había para la otra política, hasta el 2011 donde, por última vez, nos manifestamos de manera masiva, reclamando parar el daño ambiental a nuestra isla. Aquellas expresiones públicas eran sólo una parte de algo más amplio que paralelamente se iba construyendo por diversas organizaciones sociales y políticas insulares. Todos aquellos años significaron los primeros pasos en la creación de una propuesta política radicalmente distinta a la que habíamos vivido hasta ahora. Se creaba un nueva organización política, Si se puede, que reclamaba un nuevo papel para lograr vertebrar la Isla sobre los pilares de la justicia social y de un modelo ecológico de desarrollo.

La isla cambiaba y sólo el apabullante apoyo mediático, la genuflexa oposición política de los partidos que, temporalmente, chupaban banquillo y el espectacular zoco de intereses que habían logrado construir en estas decenas de años, les permitía a los presidentes insulares continuar con sus discursos de estribillo, poniendo rostro grave en medio de un rosario de palabras huecas. Ellos continuaban ignorando lo que nos pasaba pero en eso llegó el 15M, el gran movimiento sísmico que sacudió, también, la isla, y años después surgió Podemos que aceleró los acontecimientos de tal manera que ahora hemos logrado que entren cinco consejeros al Cabildo. Ahora el cambio por el que se viene trabajando desde aquellos años ya tiene voz en la institución insular y esta es una oportunidad única que nos ofrecen los votos populares para seguir avanzado por los cambios que necesita nuestra isla.

Ahora es menos doloroso el bajo relieve de los responsables del gobierno insular porque ya existen voces en la oposición que dirán lo que pasa en la isla. Fernando Sabaté, portavoz de Podemos en el Cabildo Insular de Tenerife, y los consejeros y consejeras que le acompañan en esta singladura política, han puesto, desde el primer día, el punto sobre la i, de isla. Lucha contra la exclusión social, rescate ciudadano, nuevo modelo turístico, renovación de entornos urbanos, nueva políticas en aguas, residuos, movilidad sostenible, protección ambiental, lucha contra la corrupción, etc. Ellos y ellas representan todo ese futuro que venimos construyendo en Tenerife desde el 2002.