Los objetivos que intentamos lograr, en ocasiones, no requieren de unas instalaciones o unos materiales exclusivos de un centro deportivo. Si conocemos la manera, podemos llevar a cabo un entrenamiento eficaz sin salir de casa, haciendo de las cosas cotidianas materiales de entrenamiento. Con la conclusión de este artículo tiraremos abajo la excusa de “no tengo tiempo para ir al gimnasio”. Los materiales que podemos emplear son incontables. Vamos a destacar algunos de ellos. Dos botellas de agua de dos litros podemos convertirlas en dos mancuernas para realizar los mismo ejercicios que haríamos en el gimnasio para fortalecer los músculos de los brazos y hombros (bíceps, tríceps, deltoides…). Meternos debajo de una mesa, boca arriba, agarrado a ella, nos permitirá hacer “remo” y como consiguiente trabajar la musculatura de la espalda. Variando la posición de los agarres implicaremos más secciones de la musculatura. Un palo de fregona nos puede servir como barra para guiarnos y mantener una correcta técnica en la ejecución.

Combinando éste material con una silla podremos hacer subidas a banco o sentadillas, para trabajar todo el tren inferior. Podemos incluir muchos otros ejercicios sin la necesidad de utilizar materiales, que harán de nuestro entrenamiento algo mucho más completo y eficaz. Por ejemplo, combinar el trabajo de subida a la silla con piernas alternas y el palo de fregona, seguido de una pequeña carrera a velocidad elevada, nos tonificará el tren inferior teniendo a su vez una transferencia a la carrera. Con una mochila cargada con arena tendremos un “chaleco lastrado” que podremos utilizar cuando vayamos mejorando nuestra condición física, y el peso corporal para realizar los ejercicios sea insuficiente. Si tenemos la posibilidad de realizar los ejercicios en el exterior, el beneficio será doble ya que también contaremos con la luz solar, la cual es vital para la síntesis de la vitamina D, fundamental para la concentración de calcio en nuestro organismo. Como estos ejemplos podemos encontrar incontables materiales dentro de casa. Lo único que necesitamos es hacer uso de la imaginación, transformando el entrenamiento en algo novedoso y divertido.

*Licenciado CAFD
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