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Escolástico Gil, alcalde tras negarse 2 ediles del PSOE a pactar con Mora

Escolástico Gil, tras recoger el bastón de mando, durante su investidura en el pleno de ayer. / DA
Escolástico Gil, tras recoger el bastón de mando, durante su investidura en el pleno de ayer. / DA
VICENTE PÉREZ | El Rosario

“Vengo para un cambio tranquilo, sin revanchismo”. Las palabras del nuevo alcalde de El Rosario, Escolástico Gil (de IR Verdes, apoyado por Si Se Puede) parecen cumplirse desde el primer momento. Y es que ayer en el Ayuntamiento de El Rosario, donde gobernará en minoría, acabó sin aspavientos con 32 años de gobierno de Macario Benítez (que no asistió a la sesión).

De hecho, el público que abarrotaba el salón de plenos repartió ovaciones (la mayor al nuevo alcalde) sin abucheos (salvo unos muy breves, mezclados con algunos aplausos, a Ana Lupe Mora, tras anunciar con tono vehemente que pedirá auditar la gestión del gobierno local, que fue su partido hasta hace dos meses). Y todo pareció una alternancia normal en la democracia.

Pero no ha sido tan normal. El pacto planeado era PSOE-PP-Vecinos por El Rosario (VXER), partido liderado por Mora, que abandonó el PSOE al prohibirle la ejecutiva federal ser candidata por ir a juicio en el caso que denunció Gil, el de Varadero.

Y fue precisamente la “federal” del PSOE la que, a través de “una llamada” ayer mismo, advirtió a los socialistas rosarieros de que el código ético les prohibía pactar con Mora y que desaprobaba este tripartito, so pena de expulsión. Esta fue al menos la explicación que dio tras el pleno Iván Armas, edil y secretario local del PSOE, para justificar su abstención, y la de la también concejal socialista María Ángeles Rodríguez, en el momento de votar al candidato de su partido a la alcaldía, José Antonio Estévez, que no daba crédito a lo ocurrido.

Armas explicó a la prensa: “Se había planteado un pacto a tres bandas, aunque sin nada firmado, pero desde la federal nos llamaron esta mañana para decirnos que no estaba permitido pactar con una imputada, y no podíamos fastidiar así nuestro código ético; pero unos compañeros estaban dispuestos a hacerlo, y dimos libertad de voto; nos abstuvimos porque teníamos el peligro de que PP y VxER entraran en un pacto con nuestro candidato a alcalde y gobernáramos con una imputada”. El edil señaló que Mora podía haber esperado a la sentencia del caso Varadero, pero no quiso, y reveló que le llamó el secretario de Organización del PSOE, Julio Cruz, y también “otra persona”.

Al abrir la sesión, desde la Mesa de Edad, el concejal de IR-Verdes Jacinto Correa leyó un poema de José Saramago, titulado ¿Cuántos años tengo? Tras jurar su cargo 8 concejales y prometerlo 7, se eligió al alcalde, y cada cual votó por su candidato respectivo: los otros 3 del PSOE, el PP (2) , VxER (2) y Ciudadanos (1). Los 5 de IR-Verdes y los 2 de SSP votaron por Gil.

Ya con el bastón de mando, el nuevo alcalde, emocionado, dijo que viene “a desterrar el miedo, no a traerlo” y prometió “tranquilidad”, mensaje que también dirigió a los trabajadores municipales, al tiempo que pidió “respeto” para los miembros del gobierno saliente. Se propone “gobernar humilde y honradamente”, pues “no hay mejor lucha contra la corrupción que demostrarle al pueblo que sin corrupción” todo funciona mejor. Se fija como “eje fundamental” la participación ciudadana. Y asumió que debe gobernar con la “mano tendida” “porque así lo decidieron las urnas”, pero también por vocación.

Fidel Vázquez (SSP) celebró al fin un gobierno “sin clientelismos, favores ni pleitesías” y pidió a los vecinos no tener “miedos ni recelos” a este cambio. Juan Carlos Martín (C’s) reclamó regeneración democrática y se ofreció a trabajar con el nuevo ejecutivo “con lealtad y honestidad”. José Manuel Medina (PP) felicitó a Gil “por la alcaldía por la que tanto ha trabajado” y aseguró que “el PP no va a ser una traba para que su gobierno siga adelante”. Mora mostró “preocupación por la ingobernabilidad” y tendió la mano ya que “solo se podrá gobernar desde el consenso”. Un cariacontecido José Estévez se limitó a desear “que un día vuelva a existir un solo Partido Socialista, porque El Rosario es socialista”.