1. Estamos pendientes de una monja argentina que despotrica de la derecha y escribe horrorosas recetas de cocina; una alcaldesa va en metro, la increpan y ha de tomar un taxi; Juancho Armas Marcelo con un pie en la Academia; los de Podemos escupen a los del PP en el Ayuntamiento de Madrid -el populacho-; es la revolución chimba de la España cañí la que está en las calles y tiene aturdida a la población coherente, que no fue a votar para castigar al PP. Pero a los que nos hemos castigado los que no votamos fuimos a nosotros mismos. El país de pandereta que define el estereotipo de España resulta que era verdad. Todos los males de la historia han aflorado en un movimiento irracional de la izquierda irracional que nos va a poner mirando para La Meca. Ay, Dios mío, no sé por dónde huir.

2. Estos que han entrado y cuya presencia quieren incrementar en las elecciones generales son peores de lo que yo pensaba. Quieren crear la España cutre, el país hortera y gobernar a la venezolana. Son los que pintaban y a acartelaban los pasillos de la Facultad de Políticas de la Complutense, nido perverso de estos mentecatos que pretenden que nuestros modelos sean Grecia y Venezuela. Te los regalo. Estamos gobernados por una sor argentina más fea que Picio y por un tipo con coleta y camisa a cuadros que es la quintaesencia del horterismo rampante. ¿Qué hacer, por dónde huir, qué nos espera, señoras y señores, desocupados lectores?

3. Y va Rajoy y hace cuatro cambios en el partido y con eso cree que va a ganar la batalla de noviembre, o de cuando sea, y que va a rescatar a los votantes habituales que no acudieron a las urnas por lo mismo que yo. Porque están hartos, tupidos a impuestos y se saben engañados por la derecha incumplidora. Le va a hacer falta algo más a Mariano que maquillar la situación a la gallega. A mí lo que más me gusta a la gallega es el pulpo, pero Rajoy me está pareciendo peor que el Coletas y peor que la izquierda bufa y trasnochada que se ha adueñado -o casi- de la España cañí.
achaves@radioranilla