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El fuego despide a ‘Cathaysa’

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Cathaysa será quemada hoy una hora antes de la medianoche. | DA
Cathaysa será quemada hoy una hora antes de la medianoche. | DA

Llegó el momento que nadie quería. Después de estar 40 días en la Punta del Viento, Cathaysa, la sirena que canta al mar y que durante ese tiempo sorprendió a diario a cientos de vecinos y turistas, se despedirá definitivamente esta noche del Puerto de la Cruz.

La popular escultura que creó el artista italiano Luigi Stinga en el marco del Festival Internacional de Arte en la Calle Mueca fue trasladada en la mañana de ayer al espigón trasero al Castillo San Felipe para ser quemada esta noche en las tradicionales hogueras de San Juan. Allí se encuentra desde el mediodía y no deja de causar asombro entre las personas que, casual o directamente para contemplarla por última vez, acuden al lugar.

El indulto que pedían los portuenses, quienes incluso eligieron su nombre a través de las redes sociales, para evitar este hecho no ha sido posible porque su desaparición es uno de los mandatos del arte efímero: perdurar en los recuerdos, y para ello es indispensable que sea destruida. Pero además, porque está confeccionada con madera reciclada, que se estropea fácilmente, y clavos. Estos últimos impiden incluso que pueda ser quemada en la playa porque existe el riesgo de que se queden enterrados en la arena.

“Está siendo la expectación de los turistas y de las personas que pasan por allí, de la misma manera que llamó la atención cuando estuvo en la Punta del Viento”, declaró la concejal de Cultura, Sandra Rodríguez.

Traslado en camión
Cathaysa fue levantada por una grúa y se trasladó en un camión durante un operativo realizado por personal municipal. Su autor estuvo desde primeras horas organizando el cambio de ubicación de su obra y su posterior instalación en el sitio elegido y que a su juicio es el adecuado. Sin embargo, Luigi Stinga no estará presente en la ceremonia en la que los portuenses despedirán definitivamente a su sirena. Será a las 23.00, una hora antes de la medianoche, el momento elegido para decirle adiós.

Este escultor nacido en Sorrento pero que actualmente vive en Bajamar confecciona desde hace varios años con un grupo de amigos elementos efímeros para arrojarlos a las llamas la noche de San Juan. Y aunque no fue concebida en esta fecha ni para este fin en concreto, el concepto con el que surgió Cathaysa es exactamente el mismo: desaparecer quedando en el recuerdo. Un deseo que se cumplirá esta noche pese a que hay personas que se niegan a que finalmente se haga realidad.