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El PP hará los cambios una vez constituidos los ayuntamientos

Una reunión del Comité Ejecutivo Regional del PP de Canarias. / DA
Una reunión del Comité Ejecutivo Regional del PP de Canarias. / DA

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

En el PP de Canarias no se les ha pasado por la cabeza presentar la dimisión. La perdieron en la jornada electoral. Eso sí, el batacazo les ha hecho reflexionar: “Hay que revisar la estrategia”. Su presidente regional, el ministro José Manuel Soria, anuncia “cambios” en el partido que no le afectan a él. Los hará efectivos después de la constitución de las corporaciones locales -el sábado 13 de junio será en la mayoría de los ayuntamientos-; entre otras razones, porque hay que renovar a los miembros natos de los órganos de dirección: portavoces municipales, consejeros de cabildos, parlamentarios… Los estatutos tampoco permiten estirar demasiado el dedo. Salvo renuncias en cascada o rebelión difícil de controlar, los movimientos de silla van a ser para reubicarlas y reasignar responsabilidades. Se trataría de restar poder colectivo y concentrarlo en unas manos que no estén excesivamente ocupadas en otros menesteres. Más dedicación y menos distracción. Una vez descartado que Soria vaya a seguir el camino que le marca Miguel Cabrera-Pérez Camacho y rechazada la oferta para trabajar en una mina de Castilla y León, el foco ilumina a Asier Antona. Tras salir reforzado en La Palma, la conjetura de que le den la patada al secretario general se desvanece. El propio Antona sacudió la justificación de la “brutal derrota” y anticipó “cambios radicales en la estrategia”. En la reunión del Comité Ejecutivo Regional del viernes, con el chichón todavía caliente, Antona salió en defensa de Soria ante los ataques de Camacho.

La cabalística revalorización de Soria, en el PP nacional o en el Gobierno de Mariano Rajoy, conllevaría una delegación de funciones transitoria.

Entre las competencias atribuidas, el Comité Ejecutivo Regional “ordena, coordina y controla todas las actividades del partido y adopta las medidas necesarias para el cumplimiento de los acuerdos emanados del congreso [el último, en mayo de 2012] y de la Junta Directiva”, la máxima instancia de dirección.

En estas circunstancias, no se excluye el nombramiento de un cargo fantasma para asustar.