el diván

Reprograma tu mente con la visualización

Seguramente, alguna vez te has sorprendido imaginando algo que te ha hecho llorar de la emoción o enfurecerte. Eso te ha ocurrido porque el gran fallo de nuestro cerebro es que se le engaña fácilmente. Cuando imaginas algo, el cerebro retiene la información y no distingue si ésta es real o imaginada, por lo que las emociones que se generan son como si realmente lo que estás imaginando estuviera sucediendo en realidad. Aunque te parezca absurdo, la visualización es una técnica eficaz para conseguir tus retos y, también, para afrontar con seguridad determinadas situaciones que te asustan nada más pensarlas (situaciones que temes).

Se trata de un ejercicio para provocar ciertas emociones a través de la imaginación y así aprender a manejarlas en las circunstancias que más nos convenga. Entrenamos la mente. Si, por ejemplo, sientes pánico por esa conversación que tienes pendiente con tu jefe, o decirle a otro algo que no te gusta, nervios por dar una charla…, la visualización te puede servir de ayuda. Si tu visualizas esas situaciones imaginando lo peor que te pudiera pasar, y te concentras en ello, tu cerebro lo vivirá como real, te generará las emociones pertinentes con las cuales te irás familiarizando y, con la práctica, dejarán de ser tan incómodas, aparte de ir entrenando la forma en la que actuarías en esa situación. Por sorprendente que parezca, a la hora de llevar a cabo estas situaciones, ya no será un acontecimiento nuevo para nuestro cerebro. Tendrá hecho sus deberes y la probabilidad de actuar correctamente se multiplicará. Al haber afrontado esa situación tantas veces (en la imaginación) y haber estudiado y entrenado la mejor forma de actuar, habrás ganado en seguridad y la intensidad de tu “miedo” disminuirá.

Otro fin para el que podemos utilizar la visualización es para fijarnos objetivos e incrementar las posibilidades de alcanzarlos. Enfocar nuestra imaginación en el éxito y hacer que aparezcan esas emociones gratificantes por haberlo conseguido enfocará a nuestro cerebro al 100% para llegar hasta él. Se puede decir que nuestro subconsciente se compromete a conseguirlo y nuestro cerebro actúa en consecuencia. Te pone en predisposición para ir a por ello.

Para la práctica de la visualización debemos estar preferiblemente en un lugar tranquilo, sin ruidos, con poca luz, cómodos. Cierra los ojos, si te gusta escuchar música, conecta los cascos y empieza a imaginar. Cuantos más detalles visualicemos más convencido estará el cerebro de que lo que está ocurriendo es real y mejor será nuestro entrenamiento. Imagina cómo huele, qué ruidos se escuchan, si hace frío, calor, qué ropa llevas puesta…. No ahorres en detalles.

Con una vez no basta. Tienes que ser constante en la práctica. Realizarla una vez está bien, pero para tener resultados debes repetirla cuantas más veces mejor, para que nuestro cerebro memorice nuestras acciones.

¡Ojo con la visualización negativa! Si continuamente visualizas futuras situaciones de manera negativa, puedes estar facilitando que aparezca el fracaso en todo lo que intentes. Recuerda que según sean tus emociones actuarás de una u otra manera. Si te sientes inseguro, no actuarás de igual manera que si vas con confianza en ti mismo.

Recuerda, la visualización es una técnica eficaz que reducirá tus miedos y te ayudará a afrontar determinadas situaciones del mismo modo que a conseguir tus objetivos. Solo necesitas una buena dosis de imaginación y concentración.

*PSICÓLOGA
tamaraconsulta@gmail.com