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El rey condecora a dos tinerfeños con la Orden del Mérito Civil

El rey impone la condecoración a Jorge Macauada. / casa s. M. el rey
El rey impone la condecoración a Jorge Macauada. / casa s. M. el rey

Fulgencio Díaz / Europa Press | Santa Cruz de Tenerife

El rey Felipe VI, coincidiendo con el primer aniversario de su proclamación como monarca, entregó ayer las condecoraciones al Mérito Civil a 39 personas que han destacado en su trabajo o por su conducta cívica. En este grupo selecto de “ciudadanos ejemplares” había esta vez dos tinerfeños: África Fuentes, destacada colaboradora social en varios barrios de Santa Cruz de Tenerife, y Jorge Macauada, lagunero trabajador de la ONCE en Pozuelo de Alarcón.

El acto de entrega de las distinciones por parte del rey, acompañado de la reina Letizia, se celebró en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, reservado a actos de gran trascendencia y solemnidad, como quiso el monarca que fuera este “reconocimiento a los ciudadanos ejemplares que hacen grande a España”.
África Fuentes es una mujer santacrucera muy conocida por su gran labor de muchos años en los comedores sociales y las asociaciones de Cuesta Piedra y García Escámez, hasta el punto de que se ha convertido en símbolo de la lucha contra las injusticias. Comenzó con El comedor del amor junto con su marido, Manuel Perea, después de que le diagnosticaran a él un cáncer terminal. Tras 19 años ayudando a los más desfavorecidos, Manuel falleció, lo que no hizo mella en el espíritu solidario de su mujer, que a sus 77 años sigue trabajando y coordinando los comedores sociales de varios barrios de la capital tinerfeña.

El otro tinerfeño distinguido ayer por el rey, Jorge Macauada, nació en San Cristóbal de La Laguna, aunque su vida ha estado condicionada por sus continuos viajes entre Tenerife y Venezuela en su época de estudiante. Graduado en empresariales en Estados Unidos, prosperó en su actividad profesional en diferentes empresas internacionales, hasta que a los 30 años, según confiesa, su problemas de visión truncaron su planes de futuro. Al regresar a España comenzó a trabajar en la ONCE, como formador en Madrid, donde ahora mismo ocupa el cargo de consejero territorial de la organización, además de vender cupones en Pozuelo de Alarcón, donde es conocido como “el vendedor canario”.

Macauada explicó a DIARIO DE AVISOS que recibió la noticia de la distinción mientras almorzaba en el emblemático Parador de la Peña, en El Hierro. Se dio además la casualidad de que cuando recibió la llamada estaba hablando del retrato del rey que se expone en el lugar. “Parece un sueño imposible que entre tanta gente me hayan elegido; esto no pasa sino una vez en la vida”, declaró ayer visiblemente emocionado.

Entre los 39 distinguidos de esta edición por la Casa Real hay además una víctima de ETA, una médico dedicada a la lucha contra el ébola en África, científicos, investigadores, inmigrantes, voluntarios, emprendedores, madres trabajadoras o personas con alguna discapacidad que son ejemplo de superación.
En su discurso del solemne acto de entrega de las condecoraciones al Mérito Civil, Felipe VI manifestó que no encontró mejor forma de subrayar los valores y principios que deben guiar la convivencia en democracia que cediendo el “verdadero protagonismo” a este grupo de españoles que “sin pretensión de protagonismo o notoriedad, son un auténtico ejemplo de conducta”. Y que representan “a muchos más ciudadanos” como ellos. El rey expresó a los homenajeados: “Sois un reflejo de la mejor realidad cotidiana de España y un referente para los más jóvenes”. Recordó que ya en su discurso de proclamación afirmó que quería que los ciudadanos y sus preocupaciones fueran “el eje de la acción política, pues son ellos quienes con su esfuerzo, trabajo y sacrificio engrandecen” el Estado “y dan sentido a las instituciones que lo integran”.

Agregó el rey que “el bienestar de una sociedad es el fruto del esfuerzo compartido y de la colaboración de todos los sectores sociales; es el resultado de sumar las aportaciones de todos los ciudadanos, cada uno según sus capacidades y posibilidades; bajo la premisa fundamental de que todos son necesarios”.

El monarca también evaluó su actuación en este primer año de reinado: “He trabajado con lealtad al juramento que presté, he puesto todo mi empeño en honrar los compromisos asumidos en mi discurso de proclamación y he reafirmado mi vocación de servicio a los españoles”.

Resaltó Felipe VI que la Casa Real “debe desarrollar cada día y siempre su tarea inspirada en los principios” del ordenamiento constitucional “y en el compromiso con los españoles”.

Subrayó por último el monarca español que “aspirar al respeto y merecer la confianza de los ciudadanos es también una obligación para todas las autoridades públicas sin buscar mayor premio que la satisfacción del deber cumplido”.