Tras las elecciones locales del 24 de mayo, algunos alcaldes y alcaldesas rebuscaron en las gavetas de las mesas de sus predecesores y encontraron telarañas. En Canarias, sin embargo, el 20% de los ayuntamientos (18 de 88) cerró el ejercicio anterior sin pagos pendientes. El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha sacado de los archivos resúmenes de la evolución de la deuda viva entre 2011 y 2014.
A 31 de diciembre, pusieron el contador a cero las siguientes corporaciones del Archipiélago: Antigua, Artenara, Arucas, Moya, San Bartolomé de Tirajana, Tejeda, Valleseco, Vega de San Mateo, Alajeró, Arico, Fasnia, Hermigua, La Matanza, El Paso, San Sebastián de La Gomera, Tijarafe, Valverde y Villa de Mazo.
La isla con el mayor número de ayuntamientos saneados es Gran Canaria, con siete. En Tenerife, La Palma y La Gomera son tres, mientras que a El Hierro y Fuerteventura corresponden uno a cada una. En el listado no figura ningún municipio de Lanzarote.
A 31 de diciembre, la corporación canaria con más facturas sobre la mesa era Telde (por encima de los 114 millones). En segundo lugar, Las Palmas de Gran Canarias tenía apuntada en el debe la cantidad de 107,8 millones de euros. En Tenerife, La Laguna superaba a Santa Cruz: 97,3 y 87,8, respectivamente. En el sur, Adeje rebasaba los 34 millones y el Puerto de la Cruz alcanzaba los 23,5 millones.
Canarias acumulaba una deuda viva de 797 millones. En el conjunto nacional, los ayuntamientos la redujeron el 10%, hasta los 31.722 millones de euros. La totalidad de los entes locales suman 38.386 millones, contando las diputaciones, los cabildos o los consejos baleares. Tal como explica el ministerio de Cristóbal Montoro, “deuda pública es el valor nominal total de las obligaciones brutas del sector de las administraciones públicas, pendientes a final de año, a excepción de las obligaciones representadas por activos en manos de las administraciones públicas. Este concepto estará constituido por “las obligaciones de las administraciones públicas en las categorías de efectivo y depósitos, títulos de deuda y préstamos. Conforme a este procedimiento, la deuda viva se ha obtenido partiendo de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE). En este cálculo, existe una diferencia de 375 millones de euros entre los datos publicados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y los del Banco de España.
Como uno de los resortes del mecanismo de financiación, las corporaciones con superávit podrán dedicar el sobrante a inversiones sostenibles en 2015.