Los ahogamientos en Canarias

Este año Canarias volverá a liderar el ranking de los ahogamientos. Suspenden en esta asignatura, no cabe duda, nunca han sido capaces de superarla, sea quien sea su mandatario. En otras palabras, que han pasado del tema y la cuestión es que el asunto es bastante grave. Todos los años hay en estas islas una cantidad excesiva de ahogados. En el año 2003 el presidente Román Rodríguez hizo algo al respecto; un Decreto que regulaba las medidas de seguridad y protección en las playas de Canarias, sin embargo, su sucesor, Adán Martín, se lo cargó seis meses después y… hasta la fecha. El citado Decreto establecía una clasificación de las playas en base a su riesgo: bajo, medio y alto, y nos habla de la figura del coordinador del servicio que deberá existir en la de bajo riesgo, en cambio, en las playas de riesgo medio habría un coordinador del servicio, un socorrista en cada torre y un socorrista para la atención sanitaria, por su parte, en las de riesgo alto: un coordinador del servicio, un socorrista de presencia en cada torre, un socorrista para la atención sanitaria, dos socorristas en cada embarcación de auxilio y dos socorristas para la vigilancia a pie de agua. El Estado posee las facultades para la elaboración y aprobación de normas sobre seguridad humana en lugares de baño, por tratarse de normas que afectan directamente al uso común del dominio público reservado a la competencia estatal. El Estatuto de Autonomía de Canarias le asigna a esta la ejecución del salvamento marítimo, y la Ley Territorial indica que, con el horario y en las playas que se determinen, existirá un servicio de socorrismo y señales sobre la peligrosidad del mar en cada momento; asimismo, el artículo 66 establece que los municipios, en las playas que se indiquen, establecerán un servicio de vigilancia y socorrismo. Por su parte, la Ley de Bases atribuye a los municipios competencias para garantizar la seguridad en los lugares públicos -entre los que se encuentran las playas- y la protección de la salubridad pública.

Algo de mayor suerte en cuanto a su implicación han tenido las piscinas, la exención de tener socorrista son para las ubicadas en edificaciones y construcciones de uso residencial no turístico, así como en establecimientos que ofrezcan servicios de alojamientos turísticos y cuya capacidad no exceda de 40 unidades alojativas, siempre que dispongan de barreras de protección que impidan el acceso a los niños menores de seis años que no vayan acompañados por un adulto.

Hay unos 380.000 ahogamientos en todo el mundo al año, más de la mitad de los ahogados tiene menos de 25 años y en la gran mayoría son varones; más de la mitad terminan falleciendo, son suficientes unos minutos. Lo municipios turísticos son los que encabezan el ranking, con Adeje a la cabeza.

La prevención del ahogamiento es polifacética y multisectorial y requiere la cooperación de los distintos niveles de la sociedad con el fin de promover la seguridad. Campañas de enseñanza, educación y concienciación de los peligros. Los niños son víctimas potenciales, es su tercera causa de muerte. Mantén una vigilancia constante sobre ellos. Las piscinas son un entorno de gran riesgo, retira de sus alrededores y de su interior todos los juguetes.