Por Fulgencio Díaz
El Museo Militar de Almeyda, en Santa Cruz, acoge el primero de los actos que se celebran en la capital con motivo del 218 aniversario de la Gesta del 25 de Julio, en la que el general Gutiérrez derrotó al contralmirante Nelson. Ayer, el general director de Historia y Cultura de Canarias del museo, José Alberto Ruiz de Oña, fue el encargado de presentar una exposición temporal en la que se muestran objetos y documentos que formaron parte de la batalla que tuvo lugar el 25 de julio de 1797, y que es la primera vez que se exponen al público en Canarias.
Ruiz de Oña, que recordó que “en este museo se encuentra la representación permanente más importante de la batalla” que tuvo lugar en la costa de la capital chicharrera, recalcó que en esta ocasión han querido hacer “algo diferente”. Esa diferencia, explicó, estriba en la exposición de los documentos que pertenecían a los franceses o la hoja del militar Manuel Salcedo, que “son inéditos” debido a que la mayoría se encontraban en el Archivo Histórico Nacional. Junto a esta documentación, la otra novedad es la exhibición por primera vez al público de la trompeta y el tambor utilizados por el pregonero en 1797, pertenecientes al depósito del Museo Municipal de Bellas Artes. La muestra, que podrá visitarse hasta el 10 de agosto, está instalada en las salas de exposiciones temporales General García-Escámez I y II, dentro del que fuera el emblemático Fuerte de Almeyda, hoy convertido en museo militar.
General Gutiérrez
Una de las salas está dedicada a los hechos ocurridos el 22 de julio de 1797, con especial hincapié en la historia del barco La Mutine, un bergantín de 12 cañones que pertenecía a la Marina francesa, hasta que fue capturado en el mes de mayo de 1797 por los ingleses. Entre los óleos que allí se encuentran destaca el nuevo cuadro del general Gutiérrez, vencedor de la famosa batalla, donado en mayo por María Candelaria Rodríguez, del que es autora ella misma.
En la planta superior del museo militar se puede admirar una extraordinaria maqueta que, mediante una representación gráfica sobre el conflicto armado del 1797 en la capital, transporta a la época a todos los que decidan visitar la exposición, y lo hace a través de efectos de luz y sonido con la voz de Enrique Romeo. Esta maqueta fue construida durante 10 meses por el Club de Maquetistas de Tenerife.