yo, tú, ella

Bolli: “El feminismo es un concepto que hay que tomarse con seriedad”

Bolli

Por Carolina de León

Bolli es una de las youtubers más famosas de toda España. Con un humor muy suyo, Bolli dice lo que piensa sin remordimientos ni pelos en la lengua. No teme al que dirán, ni lo que opinen de ella. Solo crea historias que ella desea contar. Repitió este año como ponente en TLP Tenerife 2015 tras su paso por este gran encuentro el año pasado.

-¿Qué le llevó a ser youtuber?
“Acabé periodismo, no tenía trabajo. A mí me dijeron ‘tú estudia, estudia, rómpete a estudiar que ya verás. Cuando termines la carrera, tendrás trabajo’. Mentira. En periodismo estaban sobredimensionadas las expectativas, así que, nada. Dije, ‘no tengo trabajo, voy a abrir un canal para que la gente vea lo que soy capaz de hacer, que la gente que me quiera contratar sea capaz de ver que puedo escribir un guion, puedo editar, puedo hacer diseños, puedo hablar’ y eso me llevó a entrar en YouTube. Sabía que había posibilidades de ganar dinero y eso fue como ‘si hay dinero, ahí estoy yo’. Fueron estos hechos encadenados lo que me llevó a crear un canal de YouTube”.

-A día de hoy, si tuviera un lema en su vida, ¿cuál sería?
“La vida es muy perra”.

-¿Cuáles considera que son sus influencias?
“El cine, en general. Todo el cine que he consumido en mi vida me ha marcado profundamente. La imagen visual de todos mis contenidos mama mucho del cine de los ochenta; del de los noventa; de Disney, que me ha hecho mucho daño, en general el cine de animación me ha hecho mucho daño. Creo que también es muy importante el humor, y del humor destacar algunos muy raros como puede ser el de Woody Allen. La verdad es que, lo que veo es mi influencia. No paro de encontrarme referentes”.

-¿Cuál es su película favorita?
“No es muy complicado porque, mi película favorita de todos los tiempos y por la que, sin duda, estudié periodismo es Network. Habla de lo importante que es la comunicación y de lo cohibidos que estamos a la hora de comunicar. Es una película que, cuando la ves, automáticamente entiendes el mensaje. Y, aparte, si de personajes tuviéramos que hablar, también Tintín, por ser un periodista intrépido que siempre buscaba la noticia. Estaba muy loco. En vez de tener un perro yo tengo un gato pero estamos en esa misma sintonía. Y, de alguna manera, sí, ese tipo de cine me ha marcado. En los planos y secuencias que hago en mis propios vídeos, se ve. No es casual. Nada de lo que hago, o al menos intento, que sea casual”.

-YouTube abre muchas puertas, pero ya ha dicho que no lo tiene en sus planes a larga distancia. ¿Qué planes tiene respecto al futuro?
“YouTube siempre ha sido un medio, nunca un fin, porque es estúpido centrarte en una plataforma que nunca sabes donde va a acabar. Yo quería, ya que me metí en el mundo de la publicidad y el marketing, acabar en eso. Crear un estudio, una productora. Ayudar a otras personas que tienen el talento, muchísimo más que yo seguramente, a volcarse en su actividad profesional y darles los pequeños consejos que yo aprendí durante estos años”.

-¿Cómo empezó todo esto?
“Todo empezó como un hobby. En realidad yo ya sabía, antes de entrar en YouTube, que se podía obtener dinero de ahí. De hecho, el segundo o tercer vídeo que hice se llama Declaración de intenciones y habla de eso. De conseguir dinero con YouTube. Mi pensamiento era ‘a lo mejor no me da para el alquiler, pero si me pago la comida de este mes, pues mira, eso que me llevo’. Quería profesionalizarlo un poco, en principio”.

-¿Por qué se decidió por el título Todo el monte es orgasmo?
“Esto fue por una monologuista española, Eva Hache, que hizo un monólogo hace 10 años ya y hablaba de la suerte que tenía. Que tenía tanta suerte, tanta suerte, tanta suerte que se rascaba un lunar y le salía un calipo. En ese monólogo utilizaba la frase de ‘no todo el monte es orgasmo’, en lugar de ‘no todo el monte es orégano’, el dicho de toda la vida que dice que no todo será tan bonito como lo pintan. Yo quería darle ese punto, esa vuelta de tuerca, también por el rollo de la sexualidad. Creo que es importante tratar con naturalidad algo tan normal como el sexo. El humor ha estado desde el primer momento en mi vida”.

-¿Cuál fue el momento más raro en su trayectoria como youtuber?
“Te puedo contar una anécdota de un padre, que me escribió un correo bastante extenso, diciéndome que su hijo era homosexual por culpa mía. ‘Señor, por favor discúlpeme, pero no tengo nada que ver, no conozco a su hijo’, y dijo que por culpa de ver mis vídeos se había vuelto homosexual. No, no es así, hasta el punto de que pedí que quedáramos, que habláramos, y al final ese pobre hombre acabó confesándome que también era homosexual y que le daba mucha pena que su hijo pudiera serlo también porque sabía las peripecias que iba a sufrir y que él había tenido que encerrarse y convertirse en lo que todo el mundo quería. Ese es uno de los momentos más raros, porque raros hay muchos, y anecdóticos de los que tengo”.

-¿De los más memorables?
“¡Buah! Cuando haces un evento para congregar como mucho a 30 personas y te vienen 300. Eso siempre te llena. Cuando haces un vídeo, como los que hago ahora, que no se parecen en nada a los que estaba haciendo hace dos años, y la gente te responde, siempre con comentarios positivos, siempre está ahí para apoyarte. Gente que te dice ‘te vi un día paseando por Gran Vía’ y se acuerda y te guarda en el corazón. Eso para mí es muy grande. O gente que te dice ‘gracias a ti me dediqué a ser youtuber’. Que tú hayas sido la pieza detonante, como para mí fue el cine o la música, no sé, te deja con un sentimiento de humildad que te deja sin palabras”.

Bolli en la TLP15

-¿Cómo es que le pidan fotos y autógrafos?
“Ya lo tienes muy normalizado. Después de tanto tiempo es algo muy muy normal y no le das tanta importancia. Sí que es verdad que hay veces que apetece más y que hay otras veces que, por lo que sea, apetece menos. Recuerdo una vez que estaba viajando a Lanzarote porque había fallecido un familiar y, en el metro, unas chicas me pidieron una foto. En ese momento, me dieron ganas de decirles ‘ahora no’ pero al mismo tiempo… Ellas no saben las circunstancias que me rodean y, obviamente, no te debes, pero sí que hay un mínimo de respeto que tienes que ofrecerle a esa gente que ve tus vídeos y que de alguna manera te apoya. Así que, eso, hay veces que apetece más, otras que apetece menos, pero siempre hay que ser muy agradecido de que siempre tengan esas ganas de estar contigo”.

-¿Cómo responde a los haters?
“Pues con los haters en realidad… Sigo a muchos en Twitter, YouTube, etc. Pues es gente que, de alguna manera u otra, pues no les gusta tu contenido, pero sé que les gusta hablar con la persona que hay detrás. Quieras o no yo ya tengo una edad, no me tomo las cosas como algo personal, son muchos años de perro viejo así que esto no me pilla de nuevas, pero, quieras o no, el hater está ahí. El comentario que te hacen negativamente no hay que hacerle caso. Al que te hace una crítica queriendo ser destructivo, tampoco. Bueno, ni que hacerle mucho caso ni tampoco dejarlo de lado. Al fin y al cabo, caeríamos en el error de entonces creernos todas las alabanzas y también hay quien utiliza ese punto que le da el odio y el comentario, para mantener los pies en la tierra”.

-¿Cómo definiría su carrera?
“Como una cosa muy loca. No sé. Desde hace un año he sufrido una especie de redescubrimiento creativo y las últimas dos semanas las he dedicado a hacer un determinado tipo de contenido, es muy reciente. Ha sido casi diario: quiero contar una historia, en lugar de solo reírnos de las cosas. Cuando empecé el canal tenía 22 años, ahora tengo 26. No soy la misma que cuando tenía 22, las circunstancias no pueden ser las mismas. Creo que mi público ha crecido mientras que mi contenido seguía siendo el mismo. Así que lo definiría como una evolución constante”.

-¿Hay algún reto que le gustaría poder afrontar?
“Ya lo estoy haciendo. Ahora mismo, estoy haciendo lo opuesto a lo que estaba haciendo hace un año o dos. El ejemplo más claro es el vídeo de Vodafone, un vídeo cagándome en ellos, bueno, no cagándome en ellos sino una llamada a Vodafone intentando solventar una incidencia. Hace una semana hice un vídeo, dándole la vuelta a ese concepto. Llamando a un operador de Vodafone, dándole las gracias por su trabajo, a uno que no conocía de nada. Yo creo que el reto es ese. Hacer lo opuesto a lo que estaba haciendo y, aún así, poder vivir de ello”.

-¿Dónde termina su persona y empieza Bolli?
“Esto es más complicado, porque la persona acabó la carrera de periodismo, vio que no tenía trabajo y creó un personaje que se pudiera cagar en todo sin tapujos. Y para separar justamente eso, si me querías contratar como persona, podías obtener mi perfil profesional, y si querías el personaje siempre podías optar a eso. ¿Qué ha pasado? Que con el paso del tiempo esa línea se empieza a difuminar. El personaje se come a la persona y la persona también pone mucho corazón en el personaje. Al final, ahora mismo, es un 50% de mí y un 50% del personaje. Yo creo que es el equilibrio perfecto”.

-¿Por qué el estilo 8bits?
“Porque soy del 88, de la generación que, de alguna manera, ha mamado lo retro, los 90, lo mejor de los 80. Me pude empapar de ambos mundos y soy muy retro en muchos aspectos. Me crié con películas Disney, pero también viendo mucho anime, mucho manga. Quería reflejar eso, que mi imagen visual reflejara muy bien de dónde venía, a dónde iba y a dónde pertenecía”.

-¿Qué opina de la repercusión que tiene en las redes el término feminazi?
“He tenido varios encontronazos con varios youtubers que parece que atacan directamente a este sector. Pero claro, son chavales de 20 años, que no es por menospreciar a los veinteañeros, pero no tienen las herramientas o la capacidad para entender algo que va más allá de eso. El feminismo es una cosa que ha de tomarse como un concepto de seriedad. Yo, a lo personal, estoy luchando por ello, pero muchas personas también, y que vengan cuatro niñatos con un poder social en las redes bastante fuerte a echar por tierra todo ese trabajo te hiere, te hiere a lo personal. Y dan ganas de decirles ‘cállate, tonto’, pero no lo haces. Entonces, te lo tomas con humor. Y vuelves a intentar lidiar con esa batalla absurda, aunque al final te das cuenta de que ya aprenderán ellos, que te tienes que relajar porque si te tomas demasiado en serio todo esto al final te llaman feminazi y acabas fatal”.

-¿Qué opina de la división de ‘soy el hombre/mujer de la pareja’?
“He tenido algún encontronazo, por suerte han sido anecdóticos, con personas que ahora mismo se están inventando terminologías como poner x en vez de vocales, la ‘a’ para referirse a chicos. Es decir, se están inventando una nueva terminología, una nueva manera de referirse a las personas. A mí me separa todavía más. Me parece que nos convierte en guetos de guetos de islas. Ahora, sí que es verdad que hay que normalizar todo esto, pero tampoco llevarlo al extremo que lo pretenden llevar. En una relación, lésbica que es mi caso, no hay hombre ni mujer. Las dos somos mujeres y podemos tener un rol más dominante o menos dominante, pero eso requiere normalización y que no lo llevemos al extremo de que una parte lo ridiculice, hasta el punto de llevarlo a lo peor del mundo, y tampoco que el otro que lo convierta en un gueto, porque entonces se convierte otra vez en lo que veníamos luchando hace tiempo y lo desaparece”.

Bolli 2

-¿Qué opina de la separación de las ligas masculinas y las femeninas?
“Entiendo que a las chicas que se profesionalizan en esto del gaming les cueste más aceptar las críticas. No solamente se ataca que no sepas jugar, puede ser verídico o no, sino que aparte se ataca con ‘eres fea, estás gorda, tienes granos, no tienes novio’. Que ya critiquen como juegas, duele, pero que encima se metan con el aspecto cuando no entra en la ecuación, se lleva muchísimo peor. Tendemos a que nos afecte en lo personal. Lo que pasa es que claro, en el momento que vas aprendiendo, aprendiendo y aprendiendo; vas llevándote mejor”.

-¿Qué opina de los algoritmos desarrollados por YouTube para eliminar el plagio?
“Los algoritmos malditos. Realmente, el único problema que hay con todo esto es cuando, tú, como creador de contenidos, quieres usar una canción que no te pertenece, como puede ser una canción de Katy Perry. La quieres usar y quieres monetizar el vídeo. Si quieres usar el contenido, aunque hayas pagado el euro en Spotify o en iTunes, no puedes coger esa canción. Lo único que te queda hacer son covers, gente que haya cogido cosas, entre millones de trucos, para intentar esquivar el algoritmo de YouTube. Aunque al final te acaba pillando. Si usas canciones sobre las que no tienes derechos, sencillamente no monetices el vídeo. Lo que es más difícil, lo que no se debería hacer, es monetizar el vídeo y usar una canción que no te pertenece, porque estás, de alguna manera, hiriendo a la industria musical. Luego hay otros grandes artistas que también han dicho ‘úsenla, no con la licencia creative commons, pero sin penalizar’. Por ejemplo, Lady Gaga, su gran éxito ha sido ese. Ha dicho, ‘mira, mi música la dejo que la utilice todo el mundo’ y se ha expandido. Y, quieras que no, el boca a boca se ve reflejado automáticamente en las listas de éxitos. YouTube sigue batallando y peleando por eso, pero es complicado. Al final, no se avanza. Si me bloqueas absolutamente todo, yo, como creador de contenidos, no voy a usar tu música, no voy a poder hacer el contenido que tenía pensado y , aparte, voy a rechazar algo que, de otra manera, les está dando otra plataforma de soporte. Yo creo que todo lo que sea expandir el contenido siempre es positivo y cuantas menos barreras mejor. Menos en Internet”.

-¿Cómo está en Canarias la vida youtuber?
“A ver, hay youtubers canarios que lo están haciendo muy bien, tienen un carácter muy único y muy personal. Ahora, hay tantos que es muy difícil. Estamos sufriendo una sequía de nuevas generaciones. Cada año y medio, dos años, se viene una nueva generación de YouTube. Está tardando en llegar. Espero que hayan más referentes canarios, por supuesto, pero ahora mismo el creador de contenido de YouTube no tiene nacionalidad, aunque sea de Canarias o sea de Murcia. No tiene ese límite de la frontera ni ese impedimento”.

-¿Qué recomendaría a los que quieran ser youtubers?
“¡Qué no lo hagan! No sé, supongo que hace un año habría respondido diferente, pero ahora mismo les plantearía ‘¿qué quieres hacer? Hazlo’. Fin, ya está. E intenta hacerlo hasta que te canses. Sin llegar al punto del agotamiento. El punto es empezar a hacer cosas y el tiempo y la vocación te irá dando las claves para ir progresando”.