tribuna villera

Canarias, Cuba y EE.UU.

La visita de Bill Clinton a Tenerife en julio de 2005 me ha servido para recordar las relaciones entre Canarias y EE.UU. Estuve presente en la charla que impartió el expresidente americano en la sala del Auditorio que hoy lleva el nombre del recordado Adán Martín, presidente de Canarias. Acudí en mi condición de directivo minoritario de una sociedad familiar, Islas Airways, que apostó desde principio del siglo XXI por la conectividad aérea de Canarias. Lamentablemente pasó a otras manos en 2007 por falta de apoyo institucional y se vendió.

No voy a hablar de la presencia histórica de los canarios en los Estados Unidos de América. Ni en La Florida, ni en Texas, ni en Luisiana. Pero sí quiero resaltar la importancia del triángulo Canarias-Cuba-EE.UU., que constaté recientemente en Miami cuando se anunciaba el reinicio de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU. La idea que tienen algunos cubanos visionarios de Miami es acercar más las tierras de la Florida a la isla grande de las Antillas, Cuba, para luego continuar para Canarias. Entre otras razones por ser un buen destino turístico debido al clima y a la naturaleza, por sus relaciones históricas, por el carácter de RUP de la UE y por su situación geoestratégica. Ya se lo había comentado dos siglos atrás Alejandro de Humboldt a otro presidente de EE.UU., al sr. Jefferson, antes de regresar a Europa en 1804 cuando finalizó su periplo americano.

Hace diez años Bill Clinton se refirió en Tenerife al sector primario cuando citó los plátanos de Canarias y habló de las energías con fuentes renovables al interesarse por los parques eólicos del sur de la isla del Teide. Me alegré del timple que Ricardo Melchior le ofreció pero cometió un ligero fallo al no obsequiarle con un barril de vino malvasía, como hizo el general Gutiérrez en 1797 al almirante inglés Horacio Nelson o el presidente Manuel Hermoso a Fidel Castro cuando la visita oficial a Cuba en 1994. No importa, cuando se conecten La Habana y Tenerife a través de Miami, el presidente Clavijo le ofrecerá al otro hermano Castro unos buenos caldos de Tenerife como lo hiciera la familia Cólogan con el presidente de EE.UU. Benjamin Franklin en el siglo XVIII. Pero al presidente Obama, además de vino, Fernando Clavijo le llevará folletos de los observatorios del Teide y del Roque de los Muchachos para que conozca la calidad de los cielos de Tenerife y La Palma y le explicará las ventajas del REF de Canarias y de la ZEC. Asimismo una copia de la Estrategia de la Especialización Inteligente de Canarias para el 2020.