música

El cantautor ambulante

José Luis Suárez, cantautor venezolano afincado en Tenerife desde hace 17 años. | SERGIO MÉNDEZ
José Luis Suárez, cantautor venezolano afincado en Tenerife desde hace 17 años. | SERGIO MÉNDEZ

El venezolano José Luis Suárez, de 58 años, sale de casa con la guitarra al hombro como casi todos los días. Hoy marcha al centro de La Laguna. Ayer estuvo en la calle Castillo de Santa Cruz, su otro emplazamiento habitual. Es uno de los artistas de la calle más populares del área metropolitana, bien reconocible y valorado por los comerciantes y transeúntes. Su voz rasgada y cierto parecido físico le acercan bastante al cantante cubano Pancho Céspedes.

José Luis Suárez se define como “un cantautor espiritual”. Porque todo para él lo explica la existencia de un ser superior, el que le inspira y a quien le canta. Casi no hay pregunta que no responda con una alusión a Dios. “Tras una experiencia muy personal, me dí cuenta de que quería algo de mí y empecé a componer para él. La sorpresa fue comprobar cómo esas canciones tocaban tanto a la gente. Comencé a vender mis CDs y a recibir llamadas para tocar en un montón de sitios. Dios hace milagros y yo soy un ejemplo”, dice.

Acompañado de cinco instrumentistas, también muy devotos, casi todos los fines de semanas sale a actuar a algún punto de la Isla. En teatros, pequeños auditorios o fiestas particulares. Desde que vino de Venezuela, hace unos 17 años, no se había dedicado de forma tan regular a la música. “Allá era un profesional del bajo. Toqué en distintas orquestas y compuse y acompañé en los mejores escenarios a músicos muy importantes, como José Rodríguez El Puma o la Fania All Stars. Nunca imaginé lo que me está sucediendo ahora. Si llego a saber que se me iba a dar tan bien lo de cantar, me hubiera puesto a ello desde que era un chaval”, confiesa.

Casado y padre de tres hijos, la conexión de Suárez con Canarias era un bisabuelo, nacido en las islas y que casualmente también era músico. “Vine como turista para diez días y al final me quedé a vivir. Me gustó mucho desde el principio, por su gran parecido con isla Margarita, donde residí algunos años. No había pasado una semana en Tenerife y ya me habían ofrecido trabajo”. Su reencuentro con la guitarra y las ganas de cantar vino algún tiempo después.

Su esposa, con la que comparte tareas de mantenimiento en un edificio de Santa Cruz, terminó de animarle con la música. Empezó interpretando canciones de artistas conocidos. En vista de la buena acogida, pasó a componer e interpretar sus propios temas. En la actualidad, sea invierno o verano, sale casi a diario a la calle a cantar. “De pronto, mi vida ha dado un vuelto. Me asombra cómo la gente me pide mis CDs y va a mis actuaciones. Dios me ha transformado”, repite.

José Luis Suárez compagina esta faceta artística con la actividad al frente de una comunidad cristiana, junto a su mujer. Junto a otros creyentes, celebran ceremonias de oración, comparten testimonios y leen la Biblia. Sus creencias están estrechamente vinculadas al Nuevo Testamento. “Ahí están todas las respuestas que el ser humano busca”. Las autoridad sagrada es una referencia constante en su vida, incluso cuando toma la guitarra para crear o sale a la calle a cantar. “No nombro a Dios explícitamente en mis canciones, pero aparece en casi todas”.

El caso es que las melodías gustan, y los dos CDs que ha grabado con sus canciones tienen una notable demanda. “Ya he vendido más de tres mil. Soy mi propia empresa discográfica”, bromea. Más que la propina, lo que le mueve a salir con asiduidad a tocar en la vía pública es promocionar este trabajo. Unos le compran la grabación y otros le piden una tarjeta, para luego contratarlo para algún recital. Es ahí donde más disfruta, sobre un escenario en condiciones y dando a conocer su música por toda la isla. En estos casos le acompañan cinco músicos (Nicolás Evangelista, Ricardo Portillo, Rubén Rodríguez, Josue González y Franklin Sarmiento) y su esposa, Ana Lucía Delgado, que se ocupa de los coros.