Con un discurso institucional lleno de mensajes políticos, Carolina Darias inauguró ayer la novena legislatura del Parlamento de Canarias. En la solemne sesión de apertura, la presidenta animó a “reducir la brecha entre la ciudadanía y las instituciones, para que la esperanza aglutine más que la indignación y para que la desafección retroceda”. Al inicio del nuevo curso, Darias puso una “enorme” tarea: “Transformar la repulsión y hasta la indignación en acción política”.
En los prolegómenos de la ceremonia, sus señorías y los invitados iban accediendo por la puerta principal del emblemático edificio, que solo se despliega para las grandes ocasiones. A la entrada fueron recibidos por los integrantes de la Mesa de la Cámara y los portavoces de los seis grupos. Sobre la alfombra roja pasaron los diputados -adornados con la medalla acreditativa-, autoridades civiles y militares, representantes de las Cortes Generales y tres expresidentes del Gobierno regional. Jerónimo Saavedra, que ahora es diputado del Común, Lorenzo Olarte y Manuel Hermoso se sentaron en un lugar destacado del salón. Mirados de frente, estaban ubicados a la izquierda de los portavoces. Allí intercambiaron saludos y afectos. A unos días de que Fernando Clavijo sea investido jefe del Ejecutivo regional, el presidente en funciones transmitió su deseo de que el futuro Gobierno de CC-PNC y el PSOE exprese “lo que significa Canarias”. En declaraciones a los medios de comunicación, Rivero proyectó “una realidad geográfica que no se puede esconder”, en referencia a los territorios insulares. “Eso se refleja con gestos”, recalcó. Tal vez era una alusión a la circunstancia de que tanto el virtual presidente como su vicepresidenta, Patricia Hernández, procedan de Tenerife, algo inédito en la historia de la autonomía canaria y que algunos califican de insólito. Precisamente, se ha querido que ese desequilibrio lo nivelara la grancanaria Carolina Darias, que valoró la “singularidad jurídica” de los centenarios cabildos.
Tras unas “emocionadas” palabras de bienvenida, la presidenta proclamó que esta “no es una legislatura cualquiera para un Parlamento plagado de sensibilidades”. Punto y seguido, Darias llamó a “interpretarlas adecuadamente en un tiempo de cambios y adaptación”. A su juicio, el Archipiélago necesita “respuestas a las demandas y a las aspiraciones acumuladas o las que están surgiendo a un ritmo vertiginoso”. De ahí que apelara al “impulso colectivo de la ciudadanía canaria, de las fuerzas políticas, de los sectores económicos y sociales de las Islas y de las instituciones”. En consecuencia, reivindicó “la visión y ambición sana, sincera y honesta que debe presidir cuantas decisiones se adopten en este hemiciclo, a favor de Canarias y de su gente”. En consonancia con ese pensamiento, planteó el escenario de “una Canarias responsable con nuestro territorio; gran parte de él, con un alto grado de protección, dada su riqueza medioambiental”. Prosiguió su recorrido virtual por el camino que hay por delante hasta detenerse en “los vectores” que configuran el Estado de bienestar: “Un sistema educativo que siga avanzando hacia la convergencia europea y que sitúe al alumnado en las mejores condiciones, sin dejar a nadie atrás, como pivote trascendental de integración social; un potente sistema sanitario de carácter universal y público que atienda las demandas sanitarias de la población en Canarias, y una amplia red de servicios sociales, cooperada entre las administraciones públicas y las organizaciones sociales”. Una región, en fin, “dotada de unas infraestructuras vanguardistas”.
La primera mujer que preside esta Asamblea hizo un elogio de la igualdad. “De aquel Parlamento con una sola diputada hemos llegado a uno, el actual, con mayoría de mujeres”, ilustró.
Cerraron el acto el cuarteto Vocal Arte y el timplista Manolo el Colorao, con el bajista Alberto Méndez el Naranja y la vocalista Candelaria Gómez. Después de los himnos, los siete diputados de Podemos teatralizaron su rechazo a la denominada ley mordaza tapándose la boca.