SOCIEDAD

Los cazadores creen que Cabildo y ULL quieren exterminar los conejos

POBLACIÓN CONEJOS CANARIAS
“Valiente, resistente y difícil de cazar”, según los cazadores. / DA

Los representantes de los cazadores discrepan rotundamente de las conclusiones aportadas en unas recientes jornadas celebradas en la Universidad de La Laguna (ULL) acerca de los peligros que acarrean una súper población de conejos en islas como Tenerife o La Palma y aseguran que, en realidad, estos científicos y técnicos persiguen erradicar a este animal de las Islas e insistir en una vieja aspiración hasta ahora infructuosa: que sea catalogado este animal como especie invasora del Archipiélago.

Así se manifiesta el presidente de la Federación de Asociaciones para la Gestión Cinegética de la Isla de Tenerife, Antonio Porras, a su vez representante de las Sociedades de Cazadores de Tenerife en el Consejo Insular de Caza y representante de las sociedades de Cazadores de Canarias en el Consejo de Caza de Canarias, para quien de dichas ponencias se desprende “una clara intención de que este animal tan valiente, resistente y difícil de cazar, desaparezca o permanezca en unos niveles tan bajos de población como se pueda”, a la par que rechaza la validez de los datos sobre la presencia de conejos en las Islas.

La reacción de este autorizado representante de los cazadores llega a raíz de las conclusiones extraídas en las jornadas aludidas, en las que estuvieron representados desde la propia universidad lagunera hasta el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, además de los cabildos de Tenerife y La Palma.

“Respecto a los estudios según ellos mostrados -detalla el escrito remitido por Antonio Porras-, nos caben muchas incógnitas y demasiadas dudas sobre su carácter científico, sobre las personas que lo han realizado, ya que la metodología empleada es fundamental, los medios empleados no se saben, el tiempo empleado no se conoce, y es importante saberlo pues en un momento determinado puede haber picos de población, seguidos de situaciones críticas que las que siempre suela salir adelante este pequeño lepórido llamado conejo silvestre”.

Para los cazadores, el dato de que en la actualidad hay dos o tres conejos por hectárea resulta extremadamente discutible, y apuntan que la fuente fiable son los censos que lleva a cabo el Cabildo de Tenerife dos veces al año, concretamente al final de la temporada de caza o ciclo pre reproductor y antes del comienzo de la temporada de caza o ciclo post reproductor.

Discrepancia
A este respecto, recuerda Porras que un equipo especializado de la Universidad de Lleida concluyó en su día que la población del conejo silvestre en la isla de Tenerife pasó de 0,30 por hectárea en 1988 a 0,14 registrado en 2014 en la zona de cumbre retamal-codesal. Y, con el mismo método de 0,22 a 0,33 en la zona tabaibal-cardonal en esos años ya referidos.

Los cazadores entienden que “se trata de producir una alarma social entre la clase universitaria, dando una imagen distorsionada de una supuesta situación de peligro, para la flora endémica de Canarias y en particular de La Palma y Tenerife”, y rechazan con argumentos de todo tipo que especies como la retama y la violeta del Teide puedan peligrar por la acción de los conejos, al punto que achacan la degradación de, por ejemplo, la retama, al abandono de tareas ancestrales como la recogida del cisco y de sus ramas leñosas, antaño fuente de ingresos para muchas familias que se dedicaban a esta labor.

Por último, los cazadores también defienden con referencias históricas (por ejemplo actas del Cabildo fechadas en 1530) la presencia de este animal en islas como Tenerife.