Un lento goteo que no cesa y que no ha dejado de crecer en los últimos cinco años. El rescate ayer tarde de una nueva patera en aguas de Gran Canaria con 34 personas a bordo, ha vuelto a poner de manifiesto que la ruta atlántica sigue siendo una alternativa viable para los sin papeles, como vienen alertando periódicamente tanto los cuerpos policiales como distintas organizaciones humanitarias.
De hecho, según datos del Ministerio del Interior, la llegada de inmigrantes irregulares al Archipiélago en patera o cayuco ya aumentó el año pasado el 51%, al pasar de 196 a 296 personas. Esta cifra, pese a estar muy lejos de las registradas entre 2005 y 2009, podría ser ampliamente superada este año, donde las previsiones de los expertos apuntan a que arribarán a las Islas cerca de 500 migrantes.
La tendencia iniciada en 2010 sigue, por tanto, al alza, aunque hasta ahora se ha mantenido en cotas que el Gobierno considera “asumibles”. El problema, como apuntan desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y otras ONG, es que la presión migratoria en países en conflicto, como Siria, Nigeria, Mali, Congo o Sudán, unido al mayor control del Mediterráneo y las fronteras de Ceuta y Melilla, han hecho que las mafias que controlan el tráfico de personas vuelvan a poner sus miras en la ruta atlántica. No en vano, varias ONG que trabajan en Marruecos y el África Occidental alertan de que muchos subsaharianos que esperan para cruzar a España “están hablando ahora de intentarlo por Canarias”.
Buena parte de las pateras y cayucos que han zarpado este año rumbo a las Islas han partido desde Marruecos y distintos puntos de la costa del Sáhara Occidental (Cabo Bojador, El Aaiún y Tan Tan, sobre todo). CEAR y la Policía confirman que en esa zona existe un “agujero” por donde se burla la vigilancia.
La última de estas barcazas clandestinas fue rescatada ayer cuando viajaba a la deriva a unas 17 millas al sur de Gran Canaria, y casi con seguridad es la misma que se buscaba desde que una ONG diese la alerta el pasado día 9. En ella viajaban 34 personas de origen subsahariano, entre las que había una embarazada, que junto a otros dos inmigrantes fueron derivados a un hospital.
Según información facilitada por la Policía Nacional, la patera partió de la zona de Cabo Bojador el miércoles pasado. El rescate fue complejo, ya que en la zona las condiciones marítimas eran muy adversas, con vientos de 40 nudos y olas de entre 3 y 4 metros. La intervención se produjo después de que en la mañana de ayer el helicóptero Helimer 210 de Salvamento localizara la embarcación al sur de Maspalomas. Posteriormente, se trasladaron hasta la zona las embarcaciones Mekalinan y Guardamar Talía.
Ya a su llegada al puerto de Arguineguín, los sin papeles fueron asistidos por personal de Cruz Roja y la propia Policía Nacional, que se hizo cargo de las filiaciones y el posterior traslado de los detenidos hasta el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Barranco Seco.
[sws_grey_box box_size=”100″]Misiones militares en Senegal y Mauritania
El Gobierno español lleva meses gestionando con las autoridades de Senegal el lanzamiento de una nueva misión militar de seguridad cooperativa en este país africano, clave para frenar los flujos de inmigración ilegal, tanto marítimos hacia las Islas Canarias como terrestres, rumbo a Mauritania y Malí, con destino final en las vallas de Ceuta y Melilla. También se busca prevenir el riesgo del terrorismo yihadista, la piratería y otros tráficos ilícitos, como drogas y armas.
Este operativo de asistencia militar en Senegal se uniría a la misión que el Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional despliega tras la crisis de los cayucos en 2006 en las Islas, en un país africano donde el 42,5% de sus 13,6 millones de habitantes tiene menos de 15 años. El modelo de asistencia militar bilateral con Senegal también se pretende trasladar a una nueva misión más estable en Mauritania, donde militares españoles han venido adiestrando, por periodos de 10-15 días y una vez al año, a las fuerzas armadas de este país.[/sws_grey_box]