1. Uno, que escribe todos los días, es propenso, en el nada que hacer, a hablar del tiempo. El verano invita a la crónica boba. El otro día dije que las autopistas se habían vaciado y por la noche tuve que ir al Puerto; resulta que a la una de la madrugada había un tráfico de viernes a mediodía. Y, encima, con una neblina pertinaz que hacía la circulación inusualmente lenta. Cuando uno habla del tiempo nunca acierta, tampoco los meteorólogos en España. Sí en Estados Unidos porque como los hombres del tiempo ofrezcan un pronóstico equivocado reciben hasta denuncias judiciales; sus predicciones erróneas pueden costar vidas. En Canarias, como el clima no es extremo, los errores importan mucho menos. Como decía el querido y entrañable don Enrique Cañadas, jefe de la estación meteorológica, y repetía Ernesto Salcedo: “Habrá nubes altas, medias y bajas”. Y siempre acertaba.
2. Había un piloto de Iberia que hacía el vuelo Tenerife-Las Palmas-Tenerife en los DC-3; se llamaba Güil. Este hombre no creía a los meteorólogos sino que iba a la torre de control del aeropuerto, miraba para Gran Canaria y si veía el tiempo feo no salía; y si lo veía despejado arrancaba el bimotor y ponía rumbo a Gando. Así no ponía en peligro su vida y la de sus pasajeros; un piloto conservador, vamos. Hoy, con el instrumental de a bordo, los aviadores sólo tienen que coger el “meteo” y salir disparados. Todo lo demás se soluciona en el aire.
3. Esto del tiempo es un problema. La COPE, por ejemplo, jamás acierta las temperaturas de Canarias; yo protesto, incluso ante mi amigo Juan Narbona, su director regional, pero él le echa la culpa a la Agencia Estatal. El pobre Santiago Morollón, o es gafe en materia de predicciones o le dan siempre los datos equivocados. Me estoy asando en el coche, con el aire acondicionado a tope, el termómetro marcando 32 grados y él tan contento diciendo que en Santa Cruz de Tenerife se está dando una temperatura de 24 grados. Pero, bueno. Esto es lo que hay. Habrá que dotar de más aparatos a quienes predicen el tiempo en Canarias.
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