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‘Del revés’, un peliculón

Hace unos meses mi hija pequeña me mostraba el tráiler de una película que llamó poderosamente mi atención, no por que fuese de los estudios Pixar, que siempre nos ha acostumbrado a tratar temáticas relacionadas con el desarrollo personal, desde Buscando a Nemo o Monstruos SA, con una carga educativa bastante alta. Esta vez era diferente, se metían en nuestro cerebro, actuaban desde dentro, en un mundo tan complejo como es el de las emociones. Ciertamente, Del revés (Inside Out) es una película que nos provoca fuertes emociones y que a través del sentido del humor se adentra en un universo tan complejo como el de nuestro comportamiento emocional, adentrándose sin dificultad por conceptos muy complejos, y que con alguna licencia de autor nos muestra un universo de sensaciones y procesos. Sin duda alguna me quedo con esa forma dulce y sencilla de representar a cada una de las emociones, “sin sensiblerías”. Es más, no nos muestra esa manera recurrente de clasificar a nuestras emociones como positivas o negativas, simplemente nos habla de ellas. Y así nos presenta a los personajes de esta trama: alegría, tristeza, ira, miedo y asco, esas cinco emociones básicas a través de las vivencias de una niña llamada Riley. Pero es más, ahonda en un concepto muy actual en el estudio de las emociones, es decir, a través de esa unión con los procesos de nuestra memoria, ya que nos dibuja a una niña que hasta sus once años, momento en que transcurre la historia, ha ido acumulando recuerdos felices, en su mayoría, y que por diferentes motivos comienza a experimentar un proceso de cambio que sacudirá su mundo interior generando una auténtica crisis interior. Así nos trasladará hacia el mundo del miedo, mostrándonos su misión en nuestra vida, que es la de proteger a la niña, o la tristeza que sirve para afrontar y resolver sus conflictos. Y qué me dicen de la alegría, que nos la dibujan como la emoción socialmente mejor vista, pero que como nos describen a través del argumento, no es siempre la más idónea, sino que nos muestra cómo debemos de gestionar adecuadamente nuestras emociones, para así acomodarlas a cada situación, convirtiéndolas en potenciales de cambio y construcción personal. Los traslada al mundo de la inteligencia emocional, esa capacidad que podemos entrenar y que nos ayuda a gestionar adecuadamente ese mundo emocional. Sin duda alguna, una buena obra educativa que te recomiendo para conocernos mejor.

*Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva