Nuevo golpe de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al tráfico de marihuana. En esta ocasión ha sido en Los Blanquitos, dentro del término municipal de Granadilla de Abona, donde se arrestó a un varón de 47 años de edad y vecino del referido emplazamiento urbano al que se le imputa un delito de cultivo de droga tras serle intervenidas 1.559 plantas de marihuana, en información facilitada desde la Oficina Periférica de Comunicación de la Comandancia provincial del Instituto Armado en Santa Cruz de Tenerife mediante nota de prensa.

Si en la edición de ayer este periódico se hacía eco de una intervención similar en Alcalá (Guía de Isora), donde los guardias civiles actuaron guiados por el tremendo olor que salía del lugar, en esta ocasión ha sido otro clásico el método para detectar la plantación.

Los hechos se iniciaron cuando una patrulla de servicio del puesto observaron, desde la lejanía, cómo en un invernadero las siluetas de las plantas tenían una similar forma a la marihuana. Ante estas sospechas se inició una investigación encaminada a comprobar si efectivamente se estaba produciendo un cultivo ilegal, además de averiguar la identidad de sus propietarios.

INVESTIGACIÓN
A lo largo de dos días de investigación se comprueba la existencia de dos invernaderos, los cuales se encuentran uno al lado del otro, con cada vez mayores sospechas de que pudieran contener una gran cantidad de plantas de marihuana.

En cuanto a la distribución, todo apuntaba a que se estaba cultivando para vender la marihuana a los establecimientos grow shops de la zona.

Los grow shops son establecimientos dedicados al asesoramiento y la venta de productos para el cultivo de cannabis. En los grow shops se comercializan accesorios de iluminación, fertilizantes, medidores de ph, equipos de ventilación, armarios completamente equipados para cultivo interior, etcétera.

En España este tipo de establecimientos son legales, al punto que hay varios en Canarias con una antigüedad superior al decenio y cuyo negocio pasa, además de por el abastecimiento local, por exportaciones a países como Alemania y Argentina, entre otros.

Retomando el servicio de la Guardia Civil, fue en la mañana del pasado lunes y tras las gestiones que permitieron conocer la identidad del actual morador de la vivienda donde se encontraba ubicada la supuesta plantación (la finca está alquilada a un ciudadano de origen irlandés de 47 años).

Como casi siempre, ya desde las cercanías a la finca se apreciaba un fuerte olor a planta de marihuana viva, observando los intervinientes en los alrededores del invernadero más pequeño de los dos al supuesto autor de los hechos. El ahora detenido se mostró en todo momento colaborativo y reconoció a los agentes lo acertado de su investigación, permitiendo la entrada y registro de los invernaderos. En su interior se cultivaban 1.559 plantas en distintas fases de crecimiento y elaboración.