Gracias a un pacto con ASG y PSOE, a Pedro Negrín le han bastado sus dos concejales nacionalistas para cumplir uno de sus sueños, ser alcalde de su pueblo. Este prejubilado de banca nunca ha dejado los lazos que tiene con Hermigua y ahora regresa para unir a un pueblo que necesita con urgencia un cambio para volver a convertirse en el pequeño París de La Gomera, como era conocido hace medio siglo.
-Un mes alcalde. ¿Cómo ha ido?
“Un mes que ha sido muy intenso. Un mes complicado, porque no hemos tenido colaboración alguna del anterior Gobierno municipal. Lo que queremos es echar tierra y olvidar el pasado y resolver las preocupaciones de nuestro pueblo. Ser alcalde es el mayor orgullo que puede tener una persona”.
-¿Costó formar ese pacto?
“El pacto fue fácil, porque ha sido un pacto de personas más que de siglas. No hubo desde el primer día ninguna duda, porque los programas coincidían bastante y lo vamos a cumplir en un porcentaje bastante elevado”.
-¿No era más un pacto anti Solveida Clemente?
“Más que nosotros, era el propio pueblo el que quería que no siguiera Solveida de alcaldesa. Yo nunca me vi como alcalde, ha sido la propia alcaldesa quien ha perdido ese puesto. Aquí los partidos han terminado y el marcaje político que se le hacía a cada vecino terminó el día en que comenzamos a trabajar en el Consistorio”.
-¿Pero sabe que se enfrenta a un pueblo lleno de rencillas y de prejuicios, muy desunido?
“Mi mayor reto es unir al pueblo, que como dices, está muy desunido. Voy a hacer lo imposible por hacer un pueblo unido, porque un pueblo desunido nunca crece”.
-¿Sabe que se va a ganar más de un enemigo?
“Yo tengo muchos amigos en el pueblo y espero no solo seguir teniéndolos sino ganarme algunos más. Soy una persona sencilla que procura llevarse bien con todo el mundo”.
-¿Y dentro de esos programas tan coincidentes, cuál es el primer objetivo a cumplir?
“Es fácil, nuestro primer objetivo es el área social, que gestiona nuestro primer teniente de alcalde, Juan Ramón Pérez Ramos. Tenemos un municipio donde la pirámide poblacional está muy invertida y tenemos que dar un buen servicio a los mayores, que necesitan cariño y comprensión y necesitan actividad. Cuando hagamos nuestro primer presupuesto incrementaremos esa partida en el 100%. Queremos crear un grupo de personas que se dedique a atender, limpiar y acompañar a las personas mayores, un programa que se realice de lunes a domingo”.
-¿Cómo se puede recuperar población?
“Hermigua está en torno a los 2.000 habitantes y queremos que en nuestro mandato el censo se amplíe en unas 500 personas más. Para ello es fundamental crear empresas que generen empleo. A mí lo que me preocupa es la que la gente joven esté acomodada, que solo piense en trabajar seis meses a través del Cabildo o del Ayuntamiento”.
-¿Y los niños, volverán a contar con una escuela infantil?
“Eso depende ahora del Cabildo, pero vamos a intentar llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Agulo para compartir su escuela infantil, cuyas instalaciones ya se adaptan a la nueva Ley, hasta que podamos tener la nuestra el próximo año”.
-¿Y cómo son sus relaciones con Casimiro Curbelo?
“Francamente buenas, y creo que por primera vez Hermigua va a tener también un presidente del Cabildo”.
-No estaría mal, por ejemplo, comenzar a recuperar esos cultivos abandonados.
“Hay que recuperar esos campos de cultivos abandonados, fomentar la agricultura ecológica, el turismo rural… En Hermigua no hay siquiera una barbería o una frutería, hay que intentar apoyar iniciativas para que se reactive la economía”.
-Y mejorar las zonas de baño.
“Para eso necesitamos con urgencia cambiar el PGO, porque piensa que la playa de Santa Catalina es zona agrícola y estamos en negociaciones con técnicos para cambiar el Plan General y que Costas no nos ponga reparos, como lo ha hecho para limpiar Santa Catalina y La Caleta”.
-¿Y las obras de El Pescante?
“El acceso sigue prohibido, por la sencilla razón de que no hay seguridad, aunque ya se está ejecutando el arreglo de la carretera con un millón de euros, pero falta la siguiente fase, la de asegurar los riscos, que saldría unos 900.000 euros. Una vez asegurado, Costas nos dejaría abrir El Pescante al público. Y es imprescindible, porque el turismo rural que viene siempre se pregunta cómo podemos tener tan abandonado un lugar tan bonito como El Pescante”.
-¿Ese dinero podría salir del remanente positivo que le ha dejado el gobierno de Solveida?
“Hay que reconocer las cosas, el Ayuntamiento no tiene deudas, aunque no es cierto que tenga casi dos millones de euros de superávit, porque casi un millón está asignado a la partida del arreglo de la vía de El Pescante. No tenemos deuda financiera, pero el dinero no debe estar en cuentas bancarias, está para invertir en los vecinos y en infraestructuras”.