Barranco Hondo

La fiesta de Polvos Blancos sí contó con plan de seguridad

Unas 2.500 personas, mayoritariamente jóvenes, se dieron cita en la singular fiesta. | DA
Unas 2.500 personas, mayoritariamente jóvenes, se dieron cita en la singular fiesta. | DA

Un botellazo de dos desalmados y un botellón incontrolado en los aparcamientos del campo de fútbol de Barranco Hondo fueron los causantes de la agresión sufrida la madrugada del martes día 14 por una joven de 21 años, cuando ya hacía más de tres horas que había terminado la verbena de la singular fiesta de los Polvos Blancos en ese barrio de Candelaria.

Esa es la versión oficial que da el Ayuntamiento de Candelaria, tanto de su concejal de Policía y Seguridad, Carlos Sabina, como del técnico de Protección Civil, Rubén Fernández, quienes en todo momento afirman que la fiesta, “como es preceptivo”, contaba con el correspondiente Plan de Seguridad y Emergencias, por lo que en la plaza de Barranco Hondo había despliegue policial y una ambulancia medicalizada.

Tanto Sabina como Fernández reconocen que las previsiones se quedaron cortas, porque se esperaba como mucho “unas 1.000 personas” en el baile y se llegaron a contabilizar unas 2.500; “casi se cuadriplicó la asistencia”, pero durante la fiesta “no pasó nada grave”, finalizando la música a las 00.30 horas, media hora antes de lo previsto.

Carlos Sabina indicó que los operativos trasladados hasta allí se retiraron poco después, entre otras razones porque hubo que atender a la quema de cinco contenedores de basura en Punta Larga, y fue la Guardia Civil la que recibió una llamada a las 3.45 horas de la mañana del día 14 de que había una joven herida en la cara a resultas de una agresión con una botella, “a un kilómetro de donde se había celebrado la fiesta”, remarca el concejal Carlos Sabina, quien exculpa de lo sucedido a la Comisión de Fiestas, porque no puede controlar un botellón por su naturaleza de ilegal.

Las fiestas patronales de Barranco Hondo, en honor al Cristo de la Buena Muerte, finalizaron ese lunes con los Polvos Blancos, iniciativa de un grupo de vecinos que nació en 2007 y que cada año congrega a jóvenes de toda la Isla. La comitiva cargada con polvos de talco salió al anochecer desde la plaza de San Antonio, El Tagorillo, hasta la plaza de la Iglesia, donde se cerró la jornada con la verbena amenizada por Proyecto Joven.