SOCIEDAD

Un forense testifica ante la Sala que el bebé pudo morir por cualquier causa

Uno de los forenses que testificaron ayer durante la segunda sesión del juicio que se sigue contra una mujer de 42 años cuyo bebé apareció muerto en el vertedero de Arico manifestó al final de su intervención que la asfixia que causó tan lamentable fallecimiento pudo deberse a cualquier causa, entre las cuales citó que lo ahogase la madre, que se asfixiara solo o que incluso se lo provocara una hipotermia si el agua con que lo lavó estaba fría.

Tal testimonio favorece la tesis de la acusada, que siempre ha defendido la misma versión: nunca supo que estaba embarazada (a pesar de que la atendieron dos doctores) y el parto le sobrevino de improviso cuando realizaba su labor como trabajadora de la limpieza en la casa de una vecina de La Orotava. Siempre según su versión, el niño murió tras nacer y por miedo tiró el cadáver a la basura. Por contra, la Fiscalía acusa de asesinato a la mujer al entender que acabó con su vida para ocultar los hechos y solicita 20 años de prisión. Precisamente, ayer también testificó la dueña de la vivienda donde tuvo lugar el nacimiento, pero la mujer, de 97 años de edad, poco pudo aportar a la causa. Por contra, un perito confirmó las carencias intelectuales de la acusada, de la que llegó a decir que tiene una edad mental de 9 años. Para hoy se prevé la entrega del objeto de veredicto, tras lo cual el jurado deliberará.