Qué dirían aquellos antiguos y grandes filósofos griegos como: Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Anaxímenes, Heráclito, Anaxágoas, Empedocles, Parménides, Protágoras, Demócrito, Antístenes, Aristipo, Diógenes de Sínope, Epicuro y Epicteto, Teofrasto, Jenócrates; de la Grecia actual. Seguramente, morirían todos otra vez de tristeza, pena, dolor e impotencia. Según escribe Juan de Onis en El País, la amenaza de ruptura en la unión monetaria europea provocada por la crisis financiera de Grecia está siendo observada con mucho interés en Latinoamérica por sus posibles derivaciones políticas para una región que tiene mucha experiencia con problemas de deuda. La pregunta es si un país crónicamente moroso, como Grecia, puede lograr mayor bienestar desafiando a los financiadores de su economía con una suspensión de pagos de su deuda. El caso de Grecia es emblemático porque el drama ha producido una decisión popular en un referéndum en el que los electores han rechazado los remedios dolorosos que exigen los financiadores para seguir apoyando a Grecia. La Grecia de las Civilizaciones, la cuna de la democracia, del pensamiento, de la filosofía, de la cultura y el arte, de pronto se ha visto golpeada, humillada, arrastrada, presionada, y arrinconada contra la pared, donde la La canciller alemana, Angela Dorothea Merkel, se muestra impertérrita ante la súplica que el Gobierno griego de Alexis Tsipras le pide. Alemania no tiene piedad, no se anda con contemplaciones y prueba de ello es la propia prensa alemana la que exige a la canciller, Angela Merkel: “mano dura con Grecia”. Del mismo modo, la prensa alemana no se recata en publicar: “hoy necesitamos a la Canciller de Hierro”, decía el Bild, el de mayor circulación en Alemania, al tiempo que animaba a la mandataria a mostrar «virtudes prusianas» y traía a la memoria al canciller Otto von Bismarck, que logró la unificación del imperio alemán en 1871. Alemania sigue dominando Europa, aunque con otro estilo de estrategias, pero contundente y sin dar tregua a sus vecino europeos. Grecia está hipotecada, arruinada y sin el respaldo de la mayoría de los países que conforma la Unión Europea. El Gobierno de Alexis Tsipras intenta preparar un plan de ajuste por importe de 12.000 millones de euros, pero lo tiene muy complicado. La Bolsa de Atenas sigue cerrada y los bancos sin dar créditos a sus clientes, motivando un corralito a la retiradas de efectivos. La eurozona, conjunto de Estados miembros de la unión europea que han adoptado el euro como moneda oficial (19 estados), formando así una unión monetaria; parece que Grecia es un estorbo en la eurozona. Una Alemania que sigue demostrando su potencial ideológico, su prepotencia y orgullo de un pasado vergonzoso, no recordando su deuda con Grecia tras las secuelas dejadas en la Segunda Guerra Mundial.