tribuna villera

Julio galáctico

Julio es un buen mes para llevar a cabo en 2015, año internacional de la luz, la promoción astrofísica de Canarias, por una serie de circunstancias relacionadas con los cielos del archipiélago. Por ello me permito denominarlo galáctico, y si encima hay musical celestial mejor aún. Lo digo por las manifestaciones de la flautista norteamericana de películas, Sara Andon, cuando señala las potencialidades y realidades de Canarias derivadas, en mi opinión, de la eco-biodiversidad altitudinal de algunos edificios insulares como Tenerife y La Palma, donde sobresalen las calidades de sus cielos, contemplados por telescopios singulares situados sobre las nubes, por encima de los 2.000 metros, en observatorios como los del Teide y del Roque de los Muchachos, respectivamente. De eso sabían mucho personajes locales de la época de la Ilustración, como José Viera y Clavijo y Agustín de Betancourt, y foráneos como el francés Feuillé y el prusiano Alejandro de Humboldt, luego el escocés Piazzi Smyth y el francés Jean Mascart, entre otros observadores europeos. No hace mucho, el padre Juan Casanova y el profesor universitario Francisco Sánchez Martínez, así como el flamante director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Rafael Rebolo acaba de conocer en Berlín el acuerdo galáctico de fecha 15 de julio por el que se acuerda ubicar en la isla canaria de La Palma la sede, en el hemisferio norte, de la futura Red de Telescopios que lleva el nombre del ínclito físico ruso Pavel Cherenkow, nacido el 28 de julio de 1904 y galardonado como Premio Nobel de Física en 1958. Recientemente hice alusión en un escrito al fin del baile astronómico que tuvo lugar en la galaxia universal entre los planetas Venus y Júpiter. Se me olvidó mencionar entonces que otros rusos, los responsables académicos de la universidad de San Petersburgo propusieron, y lo consiguieron, que a partir de 2003 se nominase como Betankur un asteroide que se movía entre Marte y Júpiter. El ingeniero portuense-ruso Agustín de Betancourt se incorporó a la historia galáctica del universo. Quizás por ello presumimos del apoyo político que desde 1979 dimos al IAC en el Ayuntamiento de La Orotava y luego, en 1983, en el Cabildo de Tenerife; como también de la ejecución en el Parlamento Europeo, en la sede de Estrasburgo, de la promoción del IAC y de los observatorios de Canarias como valores universales de la astronomía, además de los plátanos y los tomates, de los atunes y los tabacos, de los vinos y de los quesos, cuando fuimos a la cámara europea para dar a conocer el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF), en 1994.