cultura

“La rendición de Cubillo desbarató la lucha armada”

Fructuoso Rodríguez. | DA
Fructuoso Rodríguez. | DA

El tinerfeño Fructuoso Rodríguez es un antiguo militante del Movimiento por la Autodeterminación y la Independencia del Archipiélago Canario. De la mano de LeCanarien ediciones acaba de publicar el libro MPAIAC: Entre Canarias y Venezuela, en el que analiza la estrategia y los objetivos que defendía la organización liderada por Antonio Cubillo y en el que desvela datos hasta ahora desconocidos sobre las actividades que sus miembros realizaron en la denominada Octava Isla.

-¿Qué novedades aporta este libro?
“¿Qué firmó Antonio Cubillo en Madrid a su regreso a Canarias? ¿Qué hubiese pasado en Canarias si el atentado hubiese sido mortal? Evidentemente, la firma de Cubillo y su no muerte evitaron la radicalización del proceso descolonizador. El libro cuenta esa fase donde nos estábamos preparando para dar un salto cualitativo en la lucha armada en Canarias. La rendición de Antonio Cubillo desbarató todo continuismo de la lucha armada”.

-¿Qué le ha llevado a escribirlo?
“La mayoría de las personas que participaron en esta odisea han muerto. Decidí escribir el libro cuando me vi hospitalizado y me di cuenta de que, si Magec me llega a llevar a su seno, quedarían pocas personas que pudieran narrar lo que cuento. Creí necesario que esa historia, aunque minoritaria, fuera conocida por el pueblo canario. Yo la viví, y a mi me correspondía escribirla”.

-¿Cuál fue el momento de mayor relevancia histórica de la organización?
“El momento más relevante oscila desde la primera emisión por las ondas de Radio Argel de La voz de Canarias Libre hasta el atentado. Después del atentado comienza el declive de la organización”.

Cubierta del libro. | DA
Cubierta del libro. | DA

-¿Cómo surge el vínculo con Venezuela? ¿Qué actividades realizaron allí y cuál fue su repercusión para las Islas?
“No solo fue Venezuela, también en Suiza, Bélgica, Alemania. Hubo canarios dispuestos a alzarse contra el colonialismo español. El efecto Venezuela consistió en que era allí donde había más canarios dispuestos a colaborar en el proceso en el país de acogida. Mi participación, aunque muy activa y de dedicación completa, fue muy corta, desde el 82 al 86. Si esa lucha hubiese seguido activa, habrían sido centenares de combatientes internacionalistas los que se sumaran al proceso emancipador. Los canarios no estábamos solos en nuestra lucha. Espero que este libro sirva para sacudirnos el miedo y que muchos compatriotas que tienen mucho que decir se sumen y aporten su experiencia, para entre todos terminar el puzle de nuestra historia reciente”.

-¿Cómo valora la situación política actual de Canarias?
“Canarias está administrada por traidores, algo así como la película de Mel Gibson Braveheart, donde la burguesía escocesa se entrega al rey inglés a cambio de poder y riquezas. La población es fácilmente manejable si controlas el poder económico y los medios de comunicación. Han trazado el futuro de Canarias aplicando un sucedáneo del proyecto de crecimiento de la Unión Europea Europa 2020, llamado Canarias 2020, sin tener en cuenta que el proyecto neoliberal occidental está condenado a fracasar. Es algo que ya pone de manifiesto el propio FMI con su informe sobre el crecimiento global de cara al 2050, donde occidente controlará solo el 26,5% de la economía global frente al 43% del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Si los políticos canarios fueran más inteligentes estarían manteniendo relaciones económicas con los que ya controlan la economía mundial, y no con EE.UU. y Europa, que están en quiebra”.

-¿Se han difuminado los objetivos del MPAIAC o siguen vigentes?
“MPAIAC como organización fue derrotada en buena lid. Los que decidimos ir a la guerra contra España fuimos derrotados porque ellos supieron utilizar mejor sus armas. Evidentemente la correlación de fuerzas era muy desigual y ganó el más fuerte. Ahora bien, la lucha, y espero sinceramente que no sea por la vía de la violencia, continúa. Los objetivos siguen tan vigentes como el día que arribó a las playas de Añaza el invasor Fernández de Lugo”.