1. Es tan burro Maduro que en sus soporíferas intervenciones públicas tiene que preguntar a su mujer, Cilia Flores, que allí le dicen la primera dama, cómo es que lo llaman en la calle: Maburro, le dice la otra, como alegrándose de la ignorancia del cónyuge. Ahora, en Tenerife, celebran o han celebrado los chavistas las guerras contra España, que dieron lugar a la independencia de Venezuela. ¿Para qué se independizaron, para dar lugar a que les gobernara un gañán como éste? Bolívar lo hubiera breado a sablazos en el lomo hasta doblar el acero. Pero el general murió, ya lo saben porque lo dijo García Márquez, en su laberinto de fiebres y traiciones. Esta de los chavistas no fue la herencia de Bolívar sino de los populismos decimonónicos que a veces empequeñecen a América Latina y alteran el pulso democrático de sus países. Cómo un animal como éste puede dirigir un país es lo que se plantean los estudiosos de la deriva venezolana, entre ellos yo que tan bien conozco este país.
2. Claro que yo también me planteo lo de Podemos, descamisados ignorantes capaces de promocionarse meando en la calle o haciendo bromas con una joven mutilada por el terrorismo. Estos bárbaros, con los que los jueces españoles tienen tanta condescendencia, a mí me dan miedo de que un día se encaramen en las instituciones y manden. En realidad, en alguna lo han conseguido. Y ahí tienen las primeras barrabasadas en Barcelona, unidas a un nepotismo flagrante. Esto es lo que hay. Que unos aprendices del chavismo cutre y sin sentido hayan sido capaces de sorprender a una parte, por ahora minoritaria, de la sociedad española clama al cielo. Y habla también de nuestra propia ignorancia y del soberano despiste de esta sociedad.
3. Menos mal que en este país quedan ilustres socialdemócratas, socialistas cabales capaces de advertir al líder progre y lego de su partido, Sánchez, de la peligrosa derrota de ciertos pactos. Y, cómo no, de la situación en Venezuela y de la vulneración sistemática de los derechos humanos. Gente como Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina, etcétera, sí hicieron nuestra bendita Transición y colaboraron a recuperar la democracia en este país. ¿Qué hacían ayer los toletes de Podemos dando vivas a la república en La Laguna? ¿Qué pasa, que no acatan la Constitución democráticamente votada por los españoles? ¿Es acaso Maburro su modelo de dirigente? Pues enhorabuena. Con estos bueyes tendremos que arar.
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