Las obras de construcción del dique de San Andrés siguen a buen ritmo, tanto, que el lunes ya se comenzarán a colocar, uno a uno, los 6.200 bloques de hormigón, de siete de toneladas de peso, para conformar la escollera de San Andrés. Una obra que, como ya había especulado la Autoridad Portuaria en la presentación del proyecto, dejará tras de sí una nueva zona de baño. De momento, el contradique construido para que los camiones puedan llevar los bloques mar adentro, ya ha comenzado a dejar ver una “miniplaya” como la definió el alcalde, José Manuel Bermúdez. “Ya se está conformando una pequeña playa, pero todavía está por decidir qué es lo que hacemos aquí. Se abre un futuro de ocio y baño distinto para el futuro de San Andrés”, afirmó el alcalde. “Cuando esté acabada, nos podemos plantear si queremos que sea una pequeña playa o si queremos hacer una zona de baño tipo solárium”, detalló Bermúdez, que añadió que, “en cualquier caso, se necesitará de un pequeño proyecto de obra para darle accesibilidad”.

Ayer, el alcalde, junto al director de la Autoridad Portuaria, José Rafael Díaz, y el concejal de Obras, José Alberto Díaz-Estébanez, pudieron comprobar cómo ya se está haciendo acopio de los primeros bloques de hormigón para, a partir del lunes, comenzar a depositarlos en el mar. “Ese dique permitirá dar un futuro diferente a esta parte del litoral y protegerá de una vez a San Andrés”. El alcalde quiso remarcar que “hay que decir que cuando se adjudicó la obra en septiembre nunca se dejó de trabajar, y se avanzó conformando los bloques de hormigón para que todo estuviera listo cuando llegara el momento”. Díaz explicó el proceso mediante el que se irán colocando los bloques, a través de la grúa traída específicamente para ello. “Se colocarán con la grúa por medio de unas pinzas, uno a uno, y a través del GPS de la grúa se depositarán casi con precisión milimétrica en su lugar definitivo”. Según detalló el director de la Autoridad Portuaria, “lo cubos se pondrán de forma que sea la disposición final del dique en su cara exterior”.

Aseguró que “esta forma de trabajar nos permitirá ir protegiendo la estructura de posibles embates del mar o temporales, puesto que ese material ya estará consolidado y el mar no podrá trabajar sobre él o llevarse el dique”. Preguntado por la posibilidad de que las llamadas mareas vivas de septiembre afecten a la obra, Díaz insistió en que “estamos hablando de bloques de hormigón de siete toneladas de peso, que son los que van a proteger la estructura interior del dique”. “El proyecto está diseñado para poder avanzar y proteger el dique de manera conjunta”, añadió el director de la Autoridad Portuaria.