Todos los veranos lo mismo. Cada pretemporada se suceden los mismos comentarios extremistas sobre las decepciones de la imagen de tu equipo en los choques de preparación. Y los análisis más radicales se hacen sin contar con el poco tiempo de rodaje, la falta de ritmo o las diferentes pruebas que los entrenadores hacen para ir experimentando en esos partidos, válidos para los técnicos pero inútiles para sacar conclusiones definitivas. Y por ahora, las sensaciones del Tenerife apuntan detalles interesantes, pero todavía en fase embrionaria como para adivinar si el equipo va a pelear por la permanencia, el ascenso, o por un caminar sin expectativas que ilusionen. Decía Agné tras el partido ante el Sporting, que su equipo tiene una ventaja, y es el hecho de llevar cuatro meses de adelanto en cuanto a los conceptos de juego que implanta el técnico aragonés. Y eso, sin duda es un avance importante. Creánme, este Tenerife sabe a lo que juega y tiene claro el camino para estar más cerca de ganar partidos. Pero Agné no quiere entrar en unos matices más que sustanciales: faltan refuerzos.
El equipo tiene una base más que interesante; con la portería y la defensa armada, y un centro del campo solvente; pero desnudo todavía en la línea de ataque. Al CD Tenerife le faltan dos o tres piezas para ser un bloque más que digno para competir en Segunda, pero son piezas básicas y donde hay que acertar. Porque con Pedro Martín, Suso, Jairo, Cristo González, Nano y Omar hay una mezcla perfecta de juventud, calidad y osadía. Pero falta el killer, el goleador que de ese plus que tienen los equipos que marcan el paso en la categoría. Y falta otro puñal por la banda izquierda, que suba el nivel en ese flanco. Pero con lo que resta todavía de mercado de fichajes, creo que hay más motivos para ser optimistas que pesimistas, porque Agné sabe lo que tiene entre manos. Así y todo, no seamos conformistas. Este Tenerife del orgullo de pertenencia debe aspirar a mucho más que a no pasar los apuros del año pasado. Así y todo, lo importante es que el 23 de agosto en Soria, el CD Tenerife empiece a sumar y a ser ese equipo “competitivo, solvente y que gane partidos” que decía Moyano hace unos días.
¿La pretemporada? Pues eso, pruebas de verano y poco fiables para bien o para mal. Eso sí, no estaría nada mal regalar a la desesperada hinchada blanquiazul un triunfo ante la UD Las Palmas el sábado, aunque sea en un derbi de fogueo y descafeinado# como este del mes de agosto.