superconfidencial

Rechazo a Podemos

1. Igual que la izquierdona tiene perfecto derecho a repudiar a la repugnante derechona, yo, en el bonito ejercicio de decir lo que me da la real gana, actitud que he mantenido durante 45 años de profesión, creo que Podemos es una opción cutre, mindundi e inconsistente, que en el poco probable caso de que gobierne nos mandará al carajo. Esta izquierdona de adefesio lo único que sabe es quitar estatuas del rey, igual que cuando el PSOE derribaba las estatuas ecuestres de Franco, eso sí, después de muerto, por si acaso. Vizcaíno Casas, paz descanse, no era un autor de mi preferencia, pero escribió cosas muy simpáticas de aquella izquierda que se envalentonó cuando Franco empezó a criar malvas. Cualquiera no. Digo todo esto porque los salvapatrias de la izquierdona cutrosa me están empezando a mandar mails pidiéndome explicaciones por criticarla. Oigan, pedazo de machangos, este -todavía- es un país libre, donde cada uno dice lo que le sale de las bolas y yo no voy a ser una excepción.

2. Lo peor de esta izquierdona es que se envalentona con poco, hasta que la cruda realidad la sacude y la despierta. Hay dos Españas, esto está claro, o a lo mejor tres, con la no España de Arturo Mas, ese iluminado catalán que quiere partir aún más el país y que el Barça, su Barça, juegue la Liga Catalana con el Olot, el Manresa y el Girona. Pues que inviten también al Andorra. Los tiempos que vienen no son buenos, pero a mí los mails me llegan ya desparramados. La izquierda está cabreada porque yo escribo a favor de la derecha; no es cierto, a mí la derecha también me la renflanflinfla. Yo soy de la UCD. Ojalá no hubiera muerto nunca la UCD, víctima de las fotocopias, como decía aquel tipo raro, Luis Apostua, que fue presidente de la FAPE -yo era su vicepresidente- y director general de Asuntos Religiosos. Qué bonito cometido.

3. Mi rechazo a Podemos es frontal. Primero, por sus orígenes: la algarada en la calle, los antisistema, los desaliñados, los descamisados, la extrema izquierda, los insensatos, los malos estudiantes, los que no ven más allá de su nariz, Cuatro, La Sexta, Tele 5. Y luego porque el tal Pablo Iglesias Turrión me cae como una patada en los huevos. Y su novia, Tania Sánchez (porque creo que lo sigue siendo), como dos patadas en los huevos. Vaya mosquita muerta. No digamos el Errejón, el Monedero y el de Zaragoza que va en silla de ruedas. Me parecen todos unos sectarios y muy antipáticos. Yo con esos tipos no quiero vivir en este país pero a mi edad ya no sé para dónde tirar. Quizás para Madeira, que tiene vuelos con Binter.
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