1. No sé si ustedes estuvieron atentos el otro día, durante la sesión del Parlamento Europeo. Entró Tsipras, unos cuantos pelotas, entre ellos Pablo Iglesias, se acercaron a saludarlo, y el dirigente griego ignoró por completo al izquierdón español. Y eso que llevaba una camisa roja, muy llamativa. Saludó a varios culichichis, pero a Iglesias no le hizo puto caso. El propio Iglesias, a lo mejor roto de ira, intentó retrasar una hora un vuelo de Air Nostrum Estrasburgo-Madrid, con desprecio al resto del pasaje, para que él pudiera coger el avión. Temprano empiezan los que, sin poder, ya se arrogan el privilegio de retrasar aviones. En las redes sociales ha sido un cachondeo el atrevimiento de Iglesias. ¿Y el resto del pasaje? Y si la sociedad civil tenía prisa por llegar a Madrid, ¿qué?; ¿a joderse, no?, para que el señorito pudiera coger el avión. Encima de tonto, ignorado por su referente griego.
2. No se preocupen, todos estos acabarán montándose en los coches oficiales y teniendo a policías pasando frío o calor en las puertas de sus casas. Farda mucho una escolta y ejercer el poder, aun cuando el poder sea, sin duda, una gloria vana. Estos de Podemos acabarán haciendo lo que hacen todos, de esto no les quepa la menor duda. Ya se están peleando dentro del partido, dándose codazos entre sus facciones. Ni me fío de éste, ni me fío de Errejón, ni me fío de la cara de luna llena de Carolina Bescansa, ni me fío de ninguno. La sociedad española es una sociedad ilusa y fácilmente convencible, pero finalmente reacciona. Y se fija mucho.
3. Cree Podemos que su tonto útil, que se llama Sánchez, podrá hacer lo que quiera tras las generales. No, no. En el PSOE hay muchos filtros y mucha historia y mucha persona consciente. No le será fácil al tal Sánchez seguir ejerciendo de bufón de Pablo Iglesias, porque sus mismos compañeros le impondrán condiciones. Es una pena que los dirigentes del PP sean tan antiguos en sus comportamientos y tan incapaces de arrastrar votos. Por ahí es por donde van a perder las elecciones legislativas. Y en algunas comunidades, como en Cataluña, desaparecerán.
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