Tres vidas ejemplares (Mercedes Marrero)

Canarias Grafica-20

RAFAEL DE MIGUEL / FOTO: ALBERTO MAHTANI

Tres vidas para conmemorar los 300 números de Canarias Gráfica, tres modelos de esfuerzo, superación y éxito, sorteando dificultades por su condición de mujer y pegadas a la vida de Tenerife. Valientes, decididas, en algún caso pionera en su vocación laboral. Son el símbolo de tres vidas con nombre propio: Carmen, Gloria y Mercedes, que sonríen ante la adversidad y dejan o continúan marcando el camino para muchas (y muchos) que ahora deben superar una difícil situación. Su testimonio ofrece luz y un patrón en un recorrido vital encomiable, como el de otras muchas mujeres canarias.

Mercedes Marrero (Santa Cruz de Tenerife, 1961) despliega energía por donde pasa. Su vida está ligada al mar aunque carece de antecedentes familiares. Cuando terminó COU en 1978, se permitió que las mujeres accedieran a las Escuelas Náuticas y Mercedes se apuntó. “No puedo decir que me influyera el ambiente o que de pequeña quisiera ser marina, pensé estudiar Medicina o ahora que lo pienso, periodismo deportivo, pero me apunté a la Escuela”, comenta. Eran solo tres mujeres en primero, una no acabó, otra estudió radio y tan solo ella siguió sus estudios “hice la carrera sola y cuando trabajé también. No volví a coincidir mas que con azafatas cuando navegué y en los últimos años con alumnas”, rememora.

Confiesa que en la Escuela se integró bien, quizá porque practicaba y le gustaba el deporte: “no me importaba hablar de fútbol o ver una vuelta ciclista”. Eso sí, entraba a la Escuela por el bar, porque desde la entrada principal tenía  que recorrer un largo pasillo y siempre había quien le hacía bromas:“te sentías un poco vigilada y me daba un poco de vergüenza, pero me adapté e incluso fui delegada de curso durante cinco años”, confiesa.

Licenciada en 1986 como piloto, salió a navegar y en 1992 se presentó a los exámenes de capitán: ”fui la primera mujer en España que sacó el título de capitán de marina mercante. Ahora es más habitual” dice con orgullo.

Hizo prácticas en Transmediterránea y en un carguero con rutas por la Península. En la compañía Transatlántica recorrió el Caribe, Pacífico y Europa, para recalar posteriormente en Petrogas, en la ruta entre Algeciras, Ceuta y Melilla: “era duro porque al mando estábamos el capitán y yo que era piloto, con guardias continuas”, comenta.Tras Petrogas fichó por Transmediterránea para navegar en el Jet-foil y después (1992) al Hidro-foil de Fred Olsen de La Gomera.

“No me quejo porque al ser pionera alguna ventaja he tenido, pero los barcos los hacen la gente…para el personal de entonces, no ahora, era muy difícil tratar de igual a una mujer.He tenido capitanes que se ponían celosos porque el Día de la Mujer me hacían una entrevista” comenta Mercedes, que apostilla:  “he tenido ventajas e inconvenientes, pero creo que más de esto último”.

Tras varios años en Fred Olsen, Mercedes confiesa que se cansó de ver que gente más joven que ella subía en el escalafón y que “nunca me dieran el mando de un barco”. Cuando le preguntamos por las razones dice:”porque se lo miraron mil veces por ser mujer y porque nadie me abrió la puerta”.

Así, en 2002 aprueba las oposiciones de Salvamento Marítimo y desde entonces es controladora de emergencias.

El deporte es su otra pasión (jugó en la selección española juvenil de baloncesto) y tuvo el privilegio de participar en una Universiada. En 1985 y 1986 fue integrante de una tripulación femenina que dio la vuelta a España a vela, entre cuyos participantes se hallaba la que luego fue campeona olímpica Teresa Zábel. Ahora se mantiene en forma con el tenis, mientras no descuida sus obligaciones como directiva del Real Casino de Tenerife, que por cierto este año cumple 175 años.