tribuna

Las uveras – Por Joaquín Castro San Luis

Estos días un cuadro famoso del pintor Eduardo Chicharro ha salido a la palestra. Se titula Las uveras y se encuentra en el salón noble del Instituto Cabrera Pinto de La Laguna. Con ocasión de asistir a una exposición del pintor Felipe Hodgson, tuve la oportunidad de ver este cuadro. Me identifiqué a los directores del instituto, que estaban asistiendo a la prensa, y pude ver el cuadro. Una gran obra que fue depositada allí por el Museo del Prado de entre sus fondos. Lo mismo ocurre en el Museo de Bellas Artes de esta capital, donde hay mucha obra en las mismas circunstancias.

El argumento del cuadro consiste en un grupo de mujeres ataviadas con el traje típico de la zona y junto a ellas unos grandes cestos de uvas. Se supone que estarían trabajando en la limpieza de las mismas. La mayoría figuran sentadas en las típicas sillas castellanas. El cuadro es de grandes proporciones y ocupa casi un lateral del salón, obra perteneciente a un realismo academicista. En esta ocasión, me dicen los directores que lo solicita el Museo Reina Sofía de Madrid. En el mismo lugar hay varios cuadros más, como el titulado La Playa, de Antonio de la Torre; La muerte de Churruca (Batalla de Trafalgar), de Álvarez Dumont, y Una victoria más, de Rincón y Trives, que se encuentran en las mismas circunstancias, pero parece que por el que tienen mayor interés es por Las uveras. Eduardo Chicharro Briones nace en Madrid en 1905 y muere el 16 de marzo de 1964. Hijo también de otro gran artista, Eduardo Chicharro y Aguera, que fue pintor de cámara del rey Alfonso XIII. Viajó mucho, debido a los destinos de su padre. En un momento dado conoce al pintor surrealista Gregorio Prieto, del que se influencia. Se casa con la pintora italiana Nanda Papiri. Regresa definitivamente a España en 1943 y es nombrado profesor de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Gran tertuliano del Café Pombo y hombre no solo de la plástica sino también de las letras. Escribe un libro de poemas titulado Carta de noche y su novela, que la termina unos días antes de morir, El pájaro en la nieve.

Esta es, a grandes rasgos, la biografía de un hombre que pintó muchos retratos de familias y personajes célebres, pero su inquietud plástica le llevó a conseguir en sus óleos cantidad de paisajes y temas de composición.

El cuadro Las uveras no debía de salir de Tenerife por formar parte durante muchos años de la colección del Cabrera Pinto. Junto a este, propiedad del instituto, un óleo que recuerda a don Adolfo Cabrera Pinto, pintado por otro de los grandes de nuestra tierra, Juan Botas Girlanda.