superconfidencial

‘Cacatio matutina est tamquam medicina’

1. Ya los romanos lo tenían claro no sólo en su refranero, sino también en su costumbre cotidiana: Cacatio matutina est tamquam medicina; es decir, cagar por la mañana es como una medicina. Viene esto a cuento de que el hombre es un animal de costumbres. El otro día, un amigo perdió un avión, su conexión internacional y posiblemente un negocio importante, y se lamentaba de ello, porque ha acostumbrado al cuerpo a ir al baño después del jugo de naranja del desayuno, calculó mal y el avión partió sin él. Fue incapaz de vulnerar su propia costumbre. Pero ocurre que en muchas ocasiones tenemos que ser metódicos. Y, sobre todo, los periodistas. Hay unos plazos ineludibles para entregar los artículos a tiempo y como el columnista de todos los días sufre de falta de inspiración, pues en ocasiones los incumple y en los periódicos, sobre todo en los escritos -que son de reacción más lenta- se origina el caos. Los americanos son inflexibles en los tiempos -el cursi diría tempos- y en las extensiones. “Hágame usted un artículo de 360 palabras para las nueve en punto de la mañana”. Y de ahí no te salgas.

2. Conozco a un jubileta tan animoso que todos los miércoles, sin excepción, mantiene relaciones íntimas con la vieja. Yo no sé lo que harán, pero lo hacen, con el entusiasmo impropio de una edad provecta. Esto a mí me parece una maravilla. Los dos entonan el gaudeamus cuando la cosa se culmina con éxito, que según mi amigo es en la práctica totalidad de las ocasiones. Y tienen 70 años. A eso le llamo yo método. “¿Y por qué los miércoles?”, le pregunté una vez a mi amigo, al que veo cada día, sentado en su banco y hablando de política internacional: “Pues porque ese día nunca tenemos nietos”, me respondió.

3. Mientras otros de su cuerda miran por el ojo de la valla rota cómo va la obra, mi amigo conserva el método. Como antiguo periodista está acostumbrado a cumplir los plazos. Y en ese cumplimiento entran las tareas maritales, a las que se comprometió con su mujer el día en que hicieron los votos. Ya ven, uno pierde el avión por la cacatio y el otro entona el gaudeamus cuando triunfa. Pero todo es cuestión de método.

achaves@radioranilla.com