Se entiende por tasa de movilidad laboral la proporción de contratos de una provincia que han implicado desplazamiento. En 2014 se firmaron más de 2,1 millones de contratos de trabajo en España que implicaban que el trabajador tuviera que desplazarse a otra provincia, lo que representa una tasa de movilidad superior al 12,6%. En la provincia tinerfeña, se produjo un incremento de más de 36.000 contratos, un 12,77%, con respecto a 2013, año en el que aumentó por encima del 6%.
Según los datos del Servicio Público de Empleo (SEPE), el número de personas contratadas aumentó un 9%, lo que representó que cada trabajador contratado firmó una media de 2,16 contratos, por encima de años anteriores. Pero, en realidad, ¿quienes están dispuestos a cambiar de lugar de residencia para trabajar?
Según un informe de Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, los habitantes de Castilla-La Mancha, La Rioja y Castilla León, con una tasa de movilidad del 28%, 25,4% y 15,7%, respectivamente, son los más proclives a dejar su lugar de residencia para emplearse. En cambio, los canarios, asturianos y extremeños, los que menos, con una tasa de 5,4%, 7,5% y 9,1%, respectivamente. A esto hay que añadir que la tasa de movilidad en la provincia de Santa Cruz de Tenerife fue la más baja del territorio español, situándose en el 5,14%.
En cuanto a los contratados, uno de cada tres contratos fue firmado por trabajadores comprendidos entre los 25 y 34 años y casi la mitad por menores de 34. Igualmente dos de cada tres contratos en la provincia fueron firmados por trabajadores con niveles formativos inferiores al bachillerato, y casi un 42% tenía niveles formativos por debajo de ESO con titulación. Solamente el 9% de los contratos fueron concertados con trabajadores con una titulación universitaria de grado medio o superior. La Formación Profesional representó el 13,20%, un punto porcentual por encima de 2013.
Casi el 70% de los contratos fueron firmados por trabajadores que llevaban inscritos como demandantes en las oficinas de empleo seis meses o menos. El 17% se concertaron con trabajadores que llevaban inscritos más de un año, cuatro puntos porcentuales más que en 2013. El 9% permanecieron como demandantes de empleo entre uno y dos años. El 30,52% permaneció como demandante menos de un mes. Estos datos revelan que cuanto más tiempo se está en situación de desempleo, menor es la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo.
Un dato importante es que casi el 50% de los contratos concertados durante 2014 se correspondían con el denominado eventual por circunstancias de la producción. Este contrato tiene una duración máxima de seis meses y “se concierta para atender exigencias circunstanciales del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos, aun tratándose de la actividad normal de la empresa”.