superconfidencial

Caraduras

1. Artur Mas gana mucho más dinero al año que Rajoy, unos 60.000 euros de diferencia con el presidente del Gobierno de España. Y el tal Sánchez, que basa su existencia en su odio a Rajoy, intenta colarse de rondón en cualquier evento internacional que tenga televisión, desde un homenaje a los caídos en la segunda guerra mundial a cualquier acontecimiento en Bruselas que se precie. Y no es nadie. Sólo es un aspirante con pocas posibilidades de presidir el Gobierno de España. Si lo consigue tendremos la segunda versión bobalicona e inconsistente de Zapatero, con riesgo de cargarse de nuevo al país para que luego venga maestro Paco con las rebajas. Los dos, Mas y Sánchez, son unos caraduras. Estos socialistas son los primeros que ponen el grito en el cielo cuando ven a un futbolista portugués con una camiseta de Franco. Como dice Salvador Sostres, lo peor no es la cara de Franco en la camiseta, sino la propia camiseta, una prenda horrible. Que yo uso en ocasiones, porque es muy cómoda. ¿Prefieren ustedes quizá la de Mao, puestos a promocionar a gente que cortaba cabezas? Váyanse por ahí.

2. La demagogia es la única asignatura seria que ha aprobado la izquierdona española, que ahora me pone verde en las redes sociales. Yo aplico la máxima tradicional: a los amigos, el culo; a los enemigos, por el culo; y a los indiferentes, la legislación vigente. Estoy de moda otra vez, yo creo que por mi presencia en las televisiones y por esta columna que ya lee todo el mundo. Qué le voy a hacer. Una columna tiene que ser ligera porque cronistas coñazos que sólo hablan de política no venden nada o venden poco. Ya lo saben.

3. La izquierdona pone verde a Rajoy porque la consigna es tumbarlo. La misma consigna que la derechona de Aznar lanzó para cargarse a Felipe. ¿O es que ya nadie se acuerda de aquel “váyase, señor González”, que a mí me repateaba la barriga? Todos son iguales, pero no hagamos buena a la izquierdona y mala a la derechona, por sistema. Hay de todo, como en botica. Este es un país de pantallitas y de mamarrachos y al final acaba gobernando el más tonto, con sus honrosas excepciones.

achaves@radioranilla.com