El puntal B tinerfeño Fabián Rocha será el máximo referente del Club de Lucha Victoria la próxima temporada en Primera Categoría. Rocha vuelve por tercera vez al conjunto victoriero con la misma ilusión o más que en su primera etapa como juvenil, y conocedor de lo exigente que es la afición de este conjunto.

-Finalmente, el equipo saldrá en Primera Categoría tras la marcha de Diego Pérez, pero hubo muchas horas de incertidumbre. ¿Cómo se ha sentido en estos días?

“La directiva me llamó tras comunicarles Diego Pérez su decisión y me dijeron que se acabó, que no saldrían en Primera Categoría. Y mis primeros pensamientos fueron ¿a dónde voy ahora si no hay equipos ni en Tenerife? En Gran Canaria me ofrecieron fichar por un equipo de Tercera, pero que no tenía ni destacados y para eso me quedo aquí en Tenerife. Así que yo llame a la directiva y me ofrecí a salir con lo que tenemos y ya veremos. No hay que darle más vueltas si Diego se tuvo que ir, hay que tirar para adelante con lo que hay. Si hay ilusión por parte de todos en sacar el equipo en Primera, yo estoy dispuesto. Hoy [ayer lunes para el lector] me llamaron y me dijeron que estuviera tranquilo, que salíamos en Primera”.

-Ahora llega a La Victoria como el puntal y la referencia del equipo

“El Victoria fue el primer equipo que me llamó tras confirmar Álvaro que no quería continuar, y yo me puse muy contento, pues es un club importante que me da una oportunidad de continuar luchando en Tenerife. El primer año yo era juvenil y lo ganamos todo con Marcos Ledesma, Álvaro… Teníamos un equipazo. Y hace dos años ya estaba con Álvaro, me subieron a puntal C y me costó arrancar la liga, pero después en la Copa y la Liga Regional me fue mejor. Esta claro que no es lo mismo tener un referente arriba, que sabes que si fallas tienes alguien detrás para cubrirte las espaldas y dar la cara. Ahora no puedes fallar y tienes que darlo todo. Para mí Diego Pérez hubiera sido un buen escudero, pero ahora hay que centrarnos en lo que tenemos, y con Tomasín Padrón y Jairo de la Paz, junto al resto de la plantilla y si podemos encontrar algún fichaje más tiraremos para adelante y hasta que no nos tumben no se perderá una luchada. Yo voy a luchar con ganas, nunca me oirás decir a nadie que voy a asegurar un título, sino saldré a darlo todo, espero que la afición salga contenta con mi trabajo y con lo que hagamos toda la plantilla. Podremos ganar muchas luchas, perder otras, pero por falta de ganas no será. La pérdida del destacado A ha sido un palo para todos, pero las ganas no se han perdido. Me dijeron las cosas claramente y me pidieron mi opinión, y les dije que quería salir en Primera. Estoy seguro de que la afición estará contenta por ver al equipo en Primera. Sabemos que hay grandes rivales y va a ser difícil ganarles”.

-¿Supongo que estará satisfecho con su paso por el Guamasa?

“En principio de temporada y hasta las últimos días muy contento, pero al final tuve una lesión de rodilla que me impidió rendir como me hubiera gustado al final de temporada, por lo que no pudimos terminar bien. Este año he entrenado con Ayoze por las mañanas y por las tardes y estaba muy contento, me gustaba el equipo, teníamos una plantilla con muchas ganas y que íbamos a dar espectáculo y salíamos con ganas al terrero, pero no tuvimos la suerte de acabar bien, pues ambos acabamos lesionados en la semifinal ante el Campitos. Fue una pena. Le hicimos frente a todos los equipos, le ganamos a todos y al final los resultados fueron injustos con nosotros para los méritos que hicimos. Fue un cúmulo de mala suerte, pues yo tuve un mal golpe con Álvaro Déniz al caer la rodilla de frente y Ayoze se quedó trancado en una agarrada con Jonathan El Gofio. Me voy muy satisfecho de mi paso por el Guamasa. Me han tratado como una gran familia.

-Usted y Ayoze Reyes formaron una dupla fantástica

“Me alegré mucho por el ascenso de Ayoze a puntal C, y si no hubiera subido me hubiera gustado hacer otro año más junto a él. Hicimos muy buenas migas, entrenábamos juntos, y esta buena relación nos motivaba a ambos. Cada uno pegaba con más ganas que el otro y había un pique entre nosotros para tirar gente y seguir creciendo. Salía a luchar con muchísimas ganas y a mí me contagiaba. Cuando tienes un luchador así, te motiva y te dan ganas de seguirle”.