maldito parné

Fin al ‘chollo’ sindical

Parto de la base de que no todos los sindicatos son iguales, y de que hay muchos sidicalistas que dedican la mayor de su tiempo (quitado a su familia) en defender el derecho a los trabajadores, los cuales, en muchas ocasiones, ni siquiera se lo agradecen. Es más, sin la presencia de ellos en muchas empresas, los empleados estarían perdidos. Dicho esto, lo ocurrido esta semana con el convenio provincial del sector de la hostelería no deja de ser vergonzoso. Las discrepancias entre algunos miembros de Comisiones Obreras, sindicato mayoritario en el sector, han dejado claro que la organización sindical esta rota, por mucho que desde la dirección se diga lo contrario. El culebrón empezó cuando la Federación de Servicios de CC.OO., única autorizada para negociar el convenio con la patronal, destituyó a los 12 miembros de la mesa por “enconar” la marcha de las negociaciones. A partir de ahí comenzaron una serie de acusaciones, entre los destituidos y los destituyentes, que han acabado con la amenaza de una huelga, a todas luces ilegal, para finales de agosto en la hostelería. Pero lo peor de todo es que la clave de este convenio no está en el incremento salarial que tendrán los trabajadores del sector, ni en los contratos de formación. La polémica nace de la retirada de los fondos que se destinaban a los delegados y a los comités de empresa y la sustitución de los liberados sindicales (cinco por convenio) por horas sindicales. Aquí está la batalla. Una iniciativa que, todo hay que decirlo, no partió de la patronal, sino del propio sindicato que viendo que este dinero, más de 1,3 millones en el último convenio, iba a parar a unos pocos y no a todos los trabajadores, decidió repartirlo. Una decisión de lo más acertada, pero que acaba de un plumazo con el status quo de algunos que llevan 19 años liberados sin dar palo al agua. Se acabó el chollo. Los derechos de todos los trabajadores han estado por encima de los individuales. Y, claro, esto molesta a quienes ahora no van a poder distribuir un dinero a su antojo y van a tener que ponerse a trabajar. Precisamente ayer, el diario El Economista publicaba que CC.OO. y UGT, habían recibido el año pasado más de 8 millones de euros en concepto de subvenciones del Ministerio de Empleo, frente al 1,6 recibido por la patronal. Ahí quedan las cifras. Me congratula mucho que una parte de CC.OO. haya decidido cambiar las cosas. Que empiece a hacer sindicalismo de verdad. A velar por los intereses de los trabajadores. Y esto no consiste en estar permanentemente enfrentados a los empresarios. Consiste en el diálogo. En los acuerdos. Y en dejar a un lado los intereses personales. Porque esto no es sindicalismo.

@MariaFresno72