SANTA CRUZ

El largo camino hasta la reforma

El verano es la época en la que muchos vecinos aprovechan para remozar sus hogares. La puesta a punto de azoteas, fachadas, pintar las habitaciones de los más pequeños o, por qué no, remodelar la cocina o el baño son algunas de las intervenciones que se llevan a cabo. Todas estas actuaciones son consideradas obras menores, ya que se trata de actuaciones de “sencilla técnica y escasa entidad constructiva y económica, que no suponen alteración del volumen, del uso, de las instalaciones de uso común o del número de viviendas y locales, y que no precisa de proyecto firmado por profesionales titulados”. Al menos esta es la definición que se recoge en la página web de la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife, unas obras que por su escasa incidencia deberían tener un trámite sencillo, pero nada más alejado de la realidad.

Si un vecino de Santa Cruz se anima a pintar su casa, por ejemplo, antes deberá solicitar la correspondiente licencia, por la que ha de pagar una tasa de 63,60 euros. Si además el presupuesto de la obra que se vaya a realizar supera los 6.000 euros, aparte de pagar la tasa, que sube hasta los 160 euros, tendrá que abonarse el 4% sobre el presupuesto de la obra en concepto de Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). La ley dice que si el promotor paga la tasa y firma una declaración responsable, podrá comenzar la obra de inmediato, aunque en la práctica lo que se encuentra es un entramado burocrático que le pide infinidad de documentación que hace imposible obtener la licencia por acto comunicado, tal y como establece la directiva Bolkestein de simplificación de procesos administrativos.

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Al menos así lo denuncia el presidente de la Alianza de Vecinos, Abel Román, que junto al arquitecto Hugo Luengo, en representación de la Cámara de Comercio, mantuvo recientemente una reunión con el nuevo concejal de Urbanismo de Santa Cruz, Carlos Garcinuño, a quien trasladó su petición de eliminar tanto la tasa como el ICIO en el caso de las obras menores, además de simplificar los trámites administrativos. Luengo adjuntó un detallado informe al concejal sobre la configuración de las tasas que los vecinos han de pagar por una obra en su casa en base a la información que figuran en los impresos de la propia gerencia de Urbanismo.

En el caso de las obras menores hay hasta ocho tramos, dependiendo del importe del presupuesto de ejecución material. El arquitecto no duda en denunciar que Santa Cruz “es el lugar del mundo más complicado para tramitar una licencia”. “Los pasos para obtener un permiso en la ciudad, ya sea de obra menor, mayor o para abrir un negocio se eternizan”, asevera Luengo, que incluso señala que muchos vecinos, cuando comprueban la cantidad de cosas que les piden, “acaban haciéndolo al margen del sistema”.

Concretamente y según figura en la web de Urbanismo, a la hora de solicitar la licencia para una obra menor se ha de aportar la siguiente documentación: fotocopia DNI/CIF, memoria descriptiva de las obras a realizar, con enumeración de las mismas, presupuesto de ejecución material detallado, con indicación de las unidades que comprenden y las mediciones, documentación técnica de conformidad con lo establecido en el anexo de la Ordenanza Municipal Reguladora del Procedimiento para la Tramitación de las Licencias de Obra Menor por Acto Comunicado, compromiso del promotor de llevar a vertedero autorizado los residuos y/o los escombros que se generen, en su caso, fotografía de la fachada del inmueble donde se actúa y abono de la tasa correspondiente. Además se podrá pedir documentación adicional.

Pero el vecino que hace una obra no sólo tiene que lidiar con la Gerencia de Urbanismo porque, como recuerda Luengo, si la obra implica la generación de algún tipo de residuo (por ejemplo, la reforma de un baño), y se necesita una bañera en la calle para su acumulación, el interesado ha de acudir en este caso al área de Seguridad Ciudadana (Policía Local) para pedir el correspondiente permiso de ocupación de la vía pública y solo después de haber obtenido la licencia. Además, si se necesita ocupar la vía pública con un andamio, vallas u otros elementos parecidos, se ha de abonar una tasa de 1,59 euros por metro cuadrado y por cada mes.

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Luengo calcula en el 6% la media que un vecino ha de pagar en tasas e impuestos por el arreglo de su casa mediante una obra menor estándar, “lo que sitúa a Santa Cruz en la franja alta de la imposición municipal a nivel de Canarias”. Esto además supone, como denuncia Abel Román, que “aunque podamos pintar nuestra casa a coste cero, porque lo hacemos nosotros mismos, lo mínimo que tenemos que pagar al Ayuntamiento son 63 euros. Es intolerable que en un momento como el que se está viviendo no se tenga ningún tipo de sensibilidad con estos asuntos”.

Por su parte, Luengo insiste en que la burocracia que se sufre en la Gerencia de Urbanismo “genera desconfianza empresarial”, añadiendo que, “si queremos que se materialice la inversión de las empresas que están dispuestas a venir a Santa Cruz, que las hay, es necesario rebajar los impuestos y simplificar los trámites administrativos”.

La aplicación real de la directiva Bolkestein es una de las demandas más repetidas entre vecinos y profesionales que han de acudir a Urbanismo a solicitar algún permiso o licencia. “No la cumplen”, asegura Luengo, que señala que no lo hacen porque “no tienen voluntad de cumplirla y convierten un acto comunicado en un verdadero suplicio”. Según el representante de la Cámara de Comercio, el único municipio que aplica correctamente la directiva europea es La Laguna.

Resto de pagos

Según la información de la Gerencia de Urbanismo, si la obra se realiza en un edificio catalogado, la tasa a pagar en este caso es como mínimo de 160 euros. Si la licencia que se pide es para reforma o ampliación o para una nueva edificación, entonces se ha de pagar una cuota mínima de 436 euros.

Dejando atrás lo que a las obras se refiere, aquellas personas que se decidan a instalar su negocio en Santa Cruz también han de pagar tasas e ICIO por las licencias que soliciten. En el caso de la comunicación previa para la apertura de una actividad inocua, la tasa a pagar, hasta 100 metros cuadrados construidos, es de 282 euros. Si la actividad se considera clasificada, la cuota mínima a abonar en este caso es de 668 euros hasta los 100 metros cuadrados.

Petición

La reunión que el representante de la Cámara de Comercio y la Alianza de Vecinos mantuvieron con Garcinuño sirvió para poner sobre la mesa todo este laberinto y una propuesta de bonificación y simplificación de los actos administrativos a Garcinuño. El edil se comprometió a que después del verano se producirán las primera modificaciones en lo que a obras menores se refiere. Garcinuño ya ha expresado en más de una ocasión su intención de revisar el concepto de obra menor e incluso eliminar la necesidad de pedir un permiso para llevarlas a cabo.

La Alianza trasladó al edil que las condiciones actuales de crisis económica en general, y en particular de la sociedad santacrucera, hacen inviables acometer, en el ámbito de las remodelaciones y reformas de las viviendas, dichas obras de mantenimiento. “Los escasos recursos son derivados a necesidades más perentorias y urgentes de las familias”.

Los representantes vecinales y empresariales concretaron su propuesta en la aplicación de una exención de impuestos y tasas por obras menores en el tramo de hasta 12.000 euros. En segundo lugar, una rebaja del 50% en las licencias de las tasas más comunes. También se solicitó una exención de impuestos y tasas de todo tipo, para la renovación, mantenimiento y rehabilitación de casas y edificios en cascos históricos. Que se exima de impuestos, licencia de apertura, etc., al pequeño comercio, entre otras, completó la petición.