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Mi cumpleaños

1. Ayer cumplí 68 años. Bueno, sólo se acordaron de mí pocas personas, por lo que intuyo que estoy en el buen camino. Quien siembra vientos no puede recoger tempestades, pero me motiva más el cariño de los incondicionales que la ignorancia del común. Es absolutamente lógico que la gente no me quiera; yo mismo me lo he buscado. Complacer a todos no es para mí. Me siguen atrayendo mucho las mujeres y no renuncio a ninguno de mis principios, aunque -ya saben- si no les gustan, tengo otros. Hace mucho tiempo que mi teléfono móvil no gasta demasiadas pilas, lo cual atribuyo a todo lo dicho anteriormente. Cumplir 68 años, en mi caso, es estar a uno del final; al menos eso fue lo que me dijo un brujo en la barra del Mencey, pero yo creo que estaba equivocado y cambió los dígitos. Mi madre tiene 93 años; mi abuelo paterno murió a los 96, mi padre a los 82 y mi abuela paterna a los 86. Es decir, que somos longevos, no se hagan ilusiones.

2. César González-Ruano, que pasó por este mundo muy deprisa, se pasó la vida muriéndose y al final su existencia se extinguió a los 62, pero es que no se privó de nada y para ser longevo es preciso hacer ciertos sacrificios, como no fumar. Yo, antañazo, anunciaba mis cumpleaños, porque me gusta que me regalen cosas, pero ahora lo hago a posteriori porque ya nadie regala nada, con la crisis. Recuerdo cuando la oficina y el periódico se llenaban de paquetes en las vísperas de Navidad; ya, nada. ¿No recuerdan ustedes cuando a los guindillas les llevaban botellas y turrones al pie de la peana desde donde dirigían el tráfico? Ahora sería cohecho. Se han vuelto todos locos.

3. Pues ayer fue mi cumpleaños, ya ven, y pasó con más pena que gloria. No recibí ni un solo regalo, a lo mejor es suficiente con estar vivo. Hoy me daré una vuelta por ahí para regalarme algo a mí mismo, aunque, la verdad, no tengo ilusión por casi nada y he de organizar otro traslado, el enésimo de mi vida. Ya saben que Juan Ramón Jiménez se mudaba todos los meses. Otra vez me había olvidado, en el día de mi cumpleaños, del puto folio que dedico a ustedes y he tenido que tirar de alegoría. Y eso.

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