reflexión

‘Ora et labora’ – Por Juan Pedro Rivero

No soy nadie para juzgarlo, pero me llama la atención el grito de las vacaciones: ¡No me hables de trabajo! ¡No pienso tocar un libro! Ya bastante tenemos durante el curso académico o durante el año laboral. Ahora “desconexión total”. Nadie duda de la necesidad del descanso. Pero -no sé si nos vale el ejemplo- a nadie se le ocurre dejar el “dormir” para las vacaciones. Hemos de organizar la vida de manera que haya tiempo para todo. Durante el curso estudiar y descansar, trabajar y reposar; durante las vacaciones, descansar y trabajar, reposar y contemplar, tenderse y leer. No será una actividad o un trabajo remunerado, pero serán acciones que contribuyan a nuestro crecimiento y desarrollo personal. Este esquizofrénico dualismo en el que nadie dedica un rato al descanso y la contemplación durante los meses de trabajo, así como no dedican un mínimo de actividad creativa durante el descanso vacacional, creo que no nos ayuda a sentirnos bien del todo y genera aquellos síndromes posvacacionales de los que se llenarán los medios de comunicación en el mes de septiembre. En la última Carta Encíclica del papa Francisco, hablando al respecto, nos pone de ejemplo al bueno de San Benito de Nursia. El fundador de los Benedictinos propuso que sus monjes vivieran en comunidad combinando la oración y la lectura con el trabajo manual (ora et labora). Dice el papa: “Esta introducción del trabajo manual impregnado de sentido espiritual fue revolucionaria. Se aprendió a buscar la maduración y la santificación en la compenetración entre el recogimiento y el trabajo.

Esa manera de vivir el trabajo nos vuelve más cuidadosos y respetuosos del ambiente, impregna de sana sobriedad nuestra relación con el mundo”. Aquella mezcla fue revolucionaria. Creo que puede seguir siendo revolucionaria. Al menos contracultural. Desconectarnos de la realidad no nos ayuda a vivir de manera realista. Hay muchas cosas que no podemos hacer con calma durante el año; pues aprovechemos ahora. Pero no olvidemos que durante el año tampoco se puede desconectar del necesario descanso y de las actividades creativas que oxigenan el alma. Si durante el curso “labora et ora”, durante las vacaciones “ora et labora”.