Las vacaciones del personal contratado a través del Plan de Empleo del Cabildo de Tenerife ha llevado a cerrar las puertas del Cementerio de San Rafael y San Roque, Bien de Interés Cultural (BIC) que abrió de manera continuada en 2014, después de años de abandono. Este cierre que en principio parecía temporal puede que se prolongue en el tiempo, ya que la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Santa Cruz está estudiando, entre otras cosas, la seguridad de las instalaciones para mantenerlo abierto al público. Según explicó la edil responsable de este área, Yolanda Moliné (PP), a este periódico en el día de ayer, “el personal del convenio está de vacaciones y lo que estamos estudiando es por un lado ver si la empresa que se encarga del mantenimiento de los cementerios, Cetensa, se hace cargo de la instalación y, por otro, comprobar que el cementerio es seguro al 100%. Cuando tengamos resueltas estas dos cuestiones decidiremos sobre su apertura”.
Moliné no quiso ir más allá en sus valoraciones sobre este histórico lugar en el que en algún momento reposaron los restos de insignes personajes de la historia de Santa Cruz. Insistió la edil en que su concejalía está revisando todo lo referente a este espacio para ajustarse a la legalidad y a las normas de seguridad.
Según Moliné, aún no ha podido hablar con Cetensa para comprobar si esta se hará cargo de las labores de mantenimiento que ahora desarrolla el personal de convenio. También se encuentran revisando las partidas presupuestarias destinadas a San Rafael y San Roque para ver en qué punto de ejecución se encuentran, ya que las principales actuaciones a desarrollar en el interior del cementerio aún no han comenzado.
La apertura de manera continuada del Cementerio de San Rafael y San Roque fue una de las principales apuestas en el área de Patrimonio Histórico en el mandato anterior, cuando las competencias de estas estaban bajo la responsabilidad del Partido Socialista de Santa Cruz.
Las obras de rehabilitación del espacio para poder abrirlo dieron comienzo con algo tan básico como la limpieza de los terrenos, librándolos de la maleza que había invadido las tumbas y pasillos. Tras esta primera batida, lo siguiente que se inició fue la recuperación del pasillo central del cementerio, que supuso levantar todas las losetas de laja chasnera, corregir el desnivel y volver a colocarlas.
La intervención en la capilla anglicana es el siguiente paso en la recuperación del recinto, una obra que aún no empieza a pesar de contar con una partida de 100.000 euros y cuyos trabajos ya habían sido adjudicados.
Recuperar las tumbas
El Cementerio de San Rafael y San Roque es de propiedad pública, incluidas las tumbas que se encuentran en su interior, y hace ya más de 40 años que dejó de ser un lugar de enterramiento. Los familiares de algunos de los difuntos que permanecen en el recinto funerario han expresado su deseo de reparar ellos mismos las tumbas, algunas muy deterioradas, pero esta posibilidad está vetada legalmente. Desde Patrimonio se estudia la fórmula legal para conseguir que las familias puedan aportar la financiación para la rehabilitación de las tumbas.
En el mandato anterior, la Gerencia Municipal de Urbanismo se oponía a esta fórmula y optó, siempre con la colaboración de las familias, por acometer municipalmente el mantenimiento de las tumbas, elaborando proyectos individuales para cada una de las tumbas a recuperar, empezando por las menos deterioradas.