CANDELARIA

“Queremos una solución para el mantenimiento del Polígono”

La presidenta de la Asociación de Empresarios del Polígono Industrial Valle de Güímar, Raquel Malo, exige una solución a los problemas surgidos por la falta de mantenimiento de este recinto en los últimos años. Desagües que han quedado obstruidos después de las últimas lluvias, arquetas fuera de su sitio, suciedad o zonas ajardinadas abandonadas, forman parte del paisaje cotidiano de esta zona industrial.

La demanda se produce 24 horas después de que estallara la polémica entre dos de los tres municipios con competencias sobre el suelo del polígono, a raíz de que el Ayuntamiento de Güímar procediera al pintado del asfalto marcando las vías que están dentro de su límite y señalando las que pertenecen a su vecino de Arafo, una medida que provocó la airada reacción desde el consistorio arafero, que lo entendió como una intromisión en el suelo de su propiedad. El tercer municipio con competencias sobre el territorio del polígono es Candelaria.

“Los tres ayuntamientos recepcionaron el Polígono hace algo más de dos años. Recibieron cada uno una nave industrial, unas parcelas de uso deportivo y social (por la zona de El Socorro) y un millón de euros, además de la titularidad del pozo Chiguengue, que actualmente lo tiene en explotación una empresa”, recuerda Raquel Malo. Ahora, la polémica se centra en la creación de la Entidad de Mantenimiento, un organismo que parece atascar el entendimiento político. La presidenta de los empresarios señala que “antes de las elecciones se había alcanzado un acuerdo que consistía en la aportación de 25.000 euros al año por parte de cada ayuntamiento y 75.000 del Cabildo, que, además, se hacía cargo del emisario submarino y del sistema de saneamiento”. Según su versión, los municipios de Arafo y Candelaria incluyeron en los estatutos que aprobaron en sus plenos municipales la responsabilidad “exclusiva de los empresarios” del mantenimiento del polígono. “Y por ahí no pasamos”, asegura. “Es contrario a la ley, y de llevarse a la práctica lo pondremos en manos de la justicia”. Entiende que el Ayuntamiento de Güímar, “el único que se ocupa un poco de este lugar”, no aprobará sus estatutos hasta que no cambien los de Arafo y Candelaria y se incluya el acuerdo alcanzado antes de las elecciones. Aclara que este tipo de entidades se crean previamente a la recepción de cualquier polígono de estas características por parte de los ayuntamientos. “No ha sido el caso, pero en aras de que este lugar esté en condiciones para el uso industrial hemos aceptado, pero lo que está claro es que cada ayuntamiento tiene la obligación de mantenerlo. Han recibido mucho dinero”, señala.

La solución, insiste, “pasa por la aprobación de los estatutos con las modificaciones que recojan el acuerdo alcanzado y que el Cabildo firme un pacto global con los tres ayuntamientos para el mantenimiento”.

El Polígono Industrial fue inaugurado en 1975 y en él se han realizado inversiones próximas a los 75 millones de euros. Cuenta con más de un millón de metros cuadrados para suelo industrial y 90.000 para uso cívico-comercial y naves de la Asociación Mixta de Compensación.