12 años son muchos para que un jugador esté en el mismo club. Jaime Heras hace las maletas tras más de una década vistiendo de aurinegro buscando volver a ser el jugador importante, descarado y temperamental sobre la pista que todos conocemos. Nunca dijo una palabra más alta que otra a pesar de contar con pocas oportunidades y, repite por activa y por pasiva, que siempre le dijeron cuáles eran las intenciones del cuerpo técnico las dos últimas campañas. La entidad insular no contaba con él -o contaba muy a la baja- así que lo mejor es hacer las maletas para perseguir su exótico sueño:jugar en la liga catarí.
-Con el paso de los días, ¿cuáles son sus sensaciones después de haber anunciado que dejaba de ser jugador del CB Canarias tras tantos años luciendo una única camiseta?
“Salir del equipo después de 12 años siempre es raro y muy diferente a todo. Sales un poco triste porque tienes que dejar el club, pero también con mucha ilusión por lo nuevo que está por venir y porque, al final, es una decisión que tú has tomado buscando lo mejor para tu futuro”.
-El verano pasado ya había mirado opciones para poder salir del CB Canarias, ¿tenía ya algo asimilada esta salida?
“No lo tenía claro al 100% porque estaba esperando al ofrecimiento que me realizaran. Tenía la ilusión de poder tener una buena oferta para poder continuar en Tenerife, pero está claro que llevaba meses dándole vueltas a la cabeza que tenía ganas de buscar una mejora tanto en lo deportivo como en lo económico y lo anímico, que es un factor muy importante. Es algo que esperas, pero hasta que no lo haces oficial no te das cuenta de lo que es, claro, porque es distinto a todo lo anterior que has podido vivir hasta ahora en tu carrera”.
-¿Cuál es el motivo principal para ese cambio de aires?
“Es una mezcla de varias cosas. Influye un poco todo: el estado anímico, la necesidad de sentirme otra vez útil dentro de la pista, de ser un jugador importante otra vez para un equipo y demás. Creo que eso ha influido mucho a la hora de tomar la decisión definitiva. También el hecho económico, que es siempre muy importante porque somos deportistas profesionales. Ha sido una mezcla de todas esas cosas y por eso he llegado a esta decisión finalmente. Considero que anímica, como económicamente, necesitaba una mejora, de ahí el camino que he decidido tomar a partir de este momento”.
-¿Cree que podía haber participado más en el equipo a lo largo de las dos últimas temporadas?
“Hay que ser egoísta y ambicioso, está claro. Me veía y encontraba bien, seguro que todos los jugadores nos vemos igual, y todos queremos jugar más, como era mi caso, pero lo cierto es que yo me encontré siempre muy bien. Considero que podía haber tenido más minutos y entrado en alguna rotación más, pero tampoco ellos me engañaron en ningún momento. A principio de temporada me dijeron que jugaría poco y que eso dependería de las lesiones que pudieran tener otros compañeros. Yo asumí eso, por lo que no tengo ninguna queja de nadie ante mi situación”.
-Participó cuando hubo lesiones pero, ¿cree que dentro de ese mismo panorama podía haber tenido aún más protagonismo?
“Sí, porque, como he dicho, yo me veía muy bien, pero la decisión siempre es del entrenador. Creo que hay que creer en uno mismo y yo lo hago. La determinación final es de Alejandro y no es nada fácil repartir los minutos entre una plantilla y más en una categoría como la Liga Endesa”.
-¿Pensó que la oferta de renovación sería mejor en lo económico?
“Tampoco es que lleve años cobrando mucho dinero. Siempre he sido de los jugadores más baratos de la plantilla y nunca he exigido al club mucho más económicamente, nunca, sino simplemente algo digno. Por eso mismo esperaba una pequeña subida de esa oferta que no llegó. Por eso he optado por buscar otros horizontes”.
-¿El sentimiento principal ante su marcha del Canarias es de pena?
“Es curioso, pero creo que no soy consciente de mi marcha al 100% y creo que hasta que no firme con otro equipo no lo seré. Quizás debo verme con otra camiseta, en otro vestuario y con otros compañeros para darme cuenta que se acabó mi trayectoria en el CB Canarias. Da un poco de pena porque después de casi una carrera deportiva completa cambias de club, pero tengo mucha ilusión por ver dónde recalo. Me ilusiona lo que pueda hacer en el futuro”.
-¿Tiene alguna oferta sobre la mesa?
“No, oficialmente aún no, pero mi primer objetivo, que lo he hablado con mi mujer, es irnos a Catar. Estamos haciendo todo lo posible para entrar en ese mercado, que no es sencillo y hay que ir poco a poco. Son solo dos extranjeros por equipo, por lo que no será fácil, pero habrá que darlo todo y que me vayan conociendo y vean el tipo de jugador que soy para que puedan interesarse por mí. No le quito la vista al mercado europeo, que hay muy buenas ligas, con grandes clubes y buenas oportunidades, pero ahora mismo hay que esperar porque mi prioridad, antes que Europa, es poder competir en Catar”.
-Siempre le llamó la atención Catar, ¿se ve marchándose y haciendo vida en aquel país?
“No rechazo nada. El destino dirá. Incluso, nunca se sabe, quizás me marcho a Catar y mi futuro pasa por quedarme trabajando para algún club de allí o continúo allí de alguna otra forma. No hay que rechazar nada, hay que valorar todo y pensar que aún creo que puedo jugar dos o tres años más a buen nivel para luego ver lo que sucede, pero eso es cosa del futuro”.
-¿Cómo se puede tener una relación buena o cordial con un entrenador o un cuerpo técnico con el que se juega poco?
“Con Alejandro no siempre ha sido así. Con él tuve siete u ocho años jugando una media de 30 minutos por encuentro y era todo lo contrario. Estos últimos tres años he jugado muy poco, no he entrado en la rotación pero es algo que debes de asumir te toque lo que te toque. Cuando estás en el momento en el que eres un jugador clave, que te miman y te cuidan, debes de ser igual que cuando no eres el jugador importante del equipo. Está claro que no es fácil, no voy a engañar a nadie, lo pasas mal y yo lo he pasado mal durante la temporada, pero lo cierto es que la relación con Alejandro siempre ha sido buena, cordial. Nunca ha ido a más porque había que pensar en el tema profesional y la relación entre jugador y entrenador creo que siempre debe estar por encima de todo”.
-El aficionado canarista que vea que se marcha Levi Rost, Fotios Lampropoulos y usted -con presentación de ofertas a la baja- además de Luke Sikma que quiso marcharse a Valencia, puede pensar que se está ante un cambio de ciclo, ante un punto y aparte en una club que siempre apostó por la continuidad: ¿qué le diría a ese aficionado?
“Eso hay que preguntárselo al aficionado, ver cómo se encuentra no me corresponde a mí. El deporte profesional es así y hay que asumirlo, no hay más. Si son canaristas tienen que seguir estando con el equipo dando igual quién este y quién no. Está claro que son cambios importantes porque somos jugadores que hemos estado muchos años en el club y que hemos participado en muchas cosas como en el ascenso a la ACB, pero solo espero que se nos recuerden bien, que crean que dimos siempre todo por el equipo y que en su mente queden cosas tan bonitas como las que nos quedan a nosotros después de todo este tiempot. Además, les diría que no nos olviden nunca y que apoyen igual que siempre a la nueva plantilla que está formando el Canarias”.
-¿Cuál es su mejor recuerdo como jugador canarista?
“Han sido muchos años y muchos recuerdos. Los ascensos de categorían han resultado muy especiales, por supuesto. No solo el del ascenso a la Liga Endesa, sino también cuando logramos subir a la Adecco Oro. Después de 12 años son muchos los recuerdos que te quedan en la memoria, pero creo que cuando pasamos de Plata a Oro aquello supuso un punto de inflexión en la entidad y el Canarias logró crecer como club. A partir de ese momento, tras ese salto importante, empezamos a aspirar a cosas más importantes de las que habíamos podido hacerlo hasta ese momento. Subir a la ACB fue bonito, igual que ganar la Copa del Príncipe en casa, delante de toda nuestra afición. Personalmente, poder participar en una Copa del Rey es algo que hace diez años no había podido ni imaginar y ocurrió, y es algo que me hace sentir muy orgulloso cuando lo pienso. Me paro a pesar y me vienen muchos pequeños flashes con todos esos instantes que he tenido la suerte de poder disfrutar, pero el cambio de Plata a Oro creo que nos cambió un poco a todos”.
-¿El peor?
“Sin duda el fallecimiento de Airam Higuera, que era mi amigo, con el que compartía vestuario. Lo perdimos y no hay nada comparable a eso, a perder un amigo tan de repente y en esas circunstancias. No hay nada peor”.
-Cuando Alejandro Martínez llega al CB Canarias toma una decisión complicada como era apostar por usted teniendo en el equipo a un jugador como Sebas Arrocha, ¿qué queda de aquel Heras y qué ha cambiado durante todo este tiempo?
“Con los años evolucionas mucho. Hace 12 años jugaba muy agresivo porque sabía que tenía que ganármelo todo en cada jugada, en cada segundo. Cuando llegué a Tenerife tuve un año en el que no conté demasiado para el anterior entrenador y cuando llegó Alejandro empezó a contar poco a poco conmigo. No fui titular desde el primer momento porque estaba Sebas Arrocha delante de mí. Llegó el momento que decidieron contar conmigo en lugar de Sebas. Creo que poco a poco fui escalando posiciones y fui creciendo en el plano personal como lo iba haciendo el propio club. Empezar desde LEB 2 y acabar jugando en ACB no es algo sencillo, pero crecí con el Canarias. He estado siempre muy unido a ellos, he sido fiel a ellos. Está claro que el jugador cambia, crece, y tiene otras prioridades y con la edad logras asumir momentos que son complicados. El ir madurando poco a poco facilita ese tipo de cambios”.
-¿Se ve regresando a la Isla o es aún demasiado pronto para poder pensar en esas cosas?
“Es una posibilidad que nunca he rechazado. Se ha hablado por ambas partes y creo que esa es una opción que hay que dejar abierta siempre y nunca podré decir que no voy a regresar a un sitio que realmente es mi casa. Nunca se sabe si dentro de dos o tres años puedo volver y tocar a las puertas del Club Baloncesto Canarias. Espero que me quieran recibir”.