Los días pasan y la familia de la joven de origen tinerfeño Andrea González de León y su pareja, Danny Abreu, detenidos por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) como autores de una presunta trama para asesinar a la hija del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, sigue sin saber nada de ellos, pese a que ha intentado por diversas vías legales conocer su situación y el estado en que se encuentran.

De hecho, el último hábeas corpus que ha presentado el abogado contratado por la familia para su defensa y cuyo plazo concluía en el día de ayer, no ha recibido ninguna clase de respuesta, según ha confirmado la hermana de Andrea González a este periódico.

No obstante, la policía sigue investigando el entorno de esta pareja con métodos más que cuestionables, según relata Alejandra González. Así, en la noche del pasado miércoles, sin presentar ninguna clase de permiso judicial, “allanaron” la casa del padre de Danny Abreu, donde también vivía la pareja. “Registraron todo lo que les dio la gana, sin ninguna clase de autorización judicial, cuando el padre de Danny -que también es originario de la isla de Tenerife- no se encontraba en su casa”, lamenta. “Tenemos la impresión de que esto es una persecución a toda la familia”, lamenta Alejandra González, quien indicó que esta misma situación la están padeciendo muchos venezolanos. “Una auténtica caza de brujas por parte del Gobierno”. En cuanto a la intervención de la Embajada de España en Venezuela, la diplomacia tiene en cierta manera las manos atadas para intervenir en este caso, dado que Andrea González de León tiene doble nacionalidad y el Gobierno no tiene la obligación de concederle asistencia consular, según han confirmado fuentes de toda solvencia a este periódico. En cualquier caso, la familia está agradecida con la labor de la Embajada.