1. Hace falta ser mago peludo para sorprenderse de que un viaje por Europa de dos personas durante cinco días cueste 5.422 euros. Es hasta barato. Los periódicos de agosto se han echado encima de Jerónimo Saavedra, que viajó a Cardiff, vía Bilbao y Ámsterdam, para asistir a un seminario de defensores del pueblo, en el que impartió una conferencia. Lo primero que habría que decir es que volar desde Canarias a Cardiff es un coñazo, como no agarres un chárter lleno de guiris desde Gando o el Reina Sofía. No siempre hay aviones a Cardiff. Los periódicos dicen también que Jerónimo y su jefe de Gabinete, que se llama Luis Carlos Núñez, regresaron a Canarias por Ámsterdam, vía París, y que viajaron en la clase Excellence de Vueling. Yo he volado en esa clase, que cuesta cincuenta euros por persona adicionales al billete de turista y que consiste en ir en la primera fila del avión, sin nadie dando el coñazo en el asiento de en medio y más cómodo. Dada la envergadura de Jerónimo, y sus achaques físicos, lo lógico es que vuele en ese sitio. Yo lo hago. Claro que mi billete lo pago yo y no el contribuyente, pero no creo que el contribuyente se arruine porque el diputado del común y su jefe de gabinete vayan cómodos por 50 putos euros adicionales cada uno.
2. A Jerónimo Saavedra no le gana en honradez nadie. Y les aseguro que Jerónimo no se caga las manos fácilmente. Yo creo que nunca lo ha hecho. Ha sido uno de los grandes políticos de Canarias y merece un respeto. Lo merece con creces. Viajar en Europa es caro; en España también. Y gastar, dos personas, 5.000 euros en cinco días es viajar barato, muy barato. Lo de la escala en París puede ser una anécdota de poquísimo dinero. Si quieren, pregúntenle por esa escala, pero pregúntenle, porque a lo mejor tenía que hacer algo allí; en fin, él dará la explicación. Aquí algunos quieren meter a todos los políticos en el mismo saco y eso no es justo. Saavedra no merece este reproche absurdo.
3. Jerónimo sonreirá, como decía Padorno, jerónimamente, porque a él no le asustan estos reproches veraniegos sin sentido y sin base y con el único fin de hacer daño. Escandaloso sí es el millón de euros de Repsol para lo que ustedes y yo sabemos. ¿O no? Que no quieran distraer más la atención.
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