tribuna villera

Aceite de oliva virgen extra de La Orotava

Cuando conocimos en 2014 la finca de San Bartolomé cultivada de olivos escribimos un artículo acerca de La Orotava. Decíamos que es un municipio muy singular, no sólo por su extensión, el mayor de la isla de Tenerife, sino por su altura y diversidad ecológica. Tiene la capacidad natural de ofrecer los pisos de vegetación que describiera hace más de 200 años el naturalista alemán Alexander von Humboldt. Un personaje que eligió bien la zona de Tenerife cuando su estancia en la isla a finales del siglo XVIII, el Puerto de La Orotava. Al igual que otros europeos como el profesor francés Sabino Berthelot en 1820, el humanista belga Jules Leclercq en 1879, al optar por La Orotava como cuartel general de sus expediciones por la isla del Teide, así como el catedrático alemán de geografía colonial de la universidad de Leipzig, Hans Meyer, cuando se alojó en La Orotava en 1894, durante su visita al Teide, tras ascender al Kilimanjaro, y conocer la primera planta hidroeléctrica de Tenerife, en Hacienda Perdida, por debajo de Aguamansa.

Lo mismo sucedió con diferentes personajes que, animados por el Teide, se acercaron hasta la Isla para disfrutar de sus valores. Particularmente de su naturaleza, sin descuidar su cultura, primitiva pero auténtica, plena de identidades ancestrales. También de las tierras y las aguas de la comarca de Taoro, encajonada entre Tigaiga y Tamaide, entre el mar y la cumbre. Primero fueron los beneficiados del reparto de tierras y aguas, entre el monte y el mar, las familias de las Doce Casas; y luego algunos burgueses locales que se enamoraron de la zona baja del municipio, El Rincón y El Durazno, otros en las medianías, de Blas Luis, Polo y La Sierra, Hacienda Perdida y La Perdoma, y bastantes de ellos, en los altos del valle, de Benijos yAguamansa. En la zona próxima al lugar de El Durazno se ubica San Bartolomé, que linda con el municipio del Puerto de la Cruz y tiene ermita. El paraje estuvo relacionado con las familias aristocráticas de La Orotava, y en la actualidad cuenta con una moderna urbanización y una ejemplar finca de explotación agrícola muy novedosa, dedicada al cultivo de los olivos para producción de aceite. El terreno está ubicado a una cota del orden de los 200 metros sobre el nivel del mar, cerca de la Casa Ábaco y del camino de La Ratona, que baja al Jardín Botánico.
Hace media docena de años, un joven del valle, mitad orotavense y mitad portuense, Nicolás Delgado Arocha, escolta de profesión, apostó por la agricultura aunque cambió un día de plátanos a olivos. Un joven emprendedor que estudió por internet el mundo de los olivos y sus producciones y fue capaz de convencer a su jefe de la conveniencia de apostar por el aceite de oliva, de la máxima calidad.

Hoy día es una verdadera satisfacción estética y profesional disfrutar en el municipio de La Orotava, de una finca de unos 50.000 metros cuadrados de superficie, dedicados al cultivo de olivos de la variedad arbequina. Su destino final es la producción de cerca de mil litros al año de aceite de oliva virgen,en la comarca de Taoro, con la marca Feudo Noble. El oro del valle de La Orotava, como le calificó algún periodista de la Villa. Lo cierto es que La Orotava es una caja de sorpresas y con el caso de esta finca, un reflejo de su riqueza ecológica.

En este año de 2015 tenemos que redoblar las felicitaciones a Nicolás porque ha tenido suerte con su aceite. Suerte, clase y profesionalidad a la hora de tratar el cultivo, ya que se le nota que los educa bien. Acaba de recolectar las olivas de la cosecha del año y los resultados no pueden ser más excelentes.

Basta con leer el informe técnico de la empresa especializada CM Europa SL, ubicada en Martos, provincia de Jaén, la capital del aceite, para comprobar las características físico-químicas y organolépticas de este extraordinario aceite que se produce en la Villa, todo un ejemplo de diversidad y riqueza agraria.
El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, y los empresarios del Valle de Taoro que han degustado el aceite se sienten satisfechos y orgullosos de contar con una producción agrícola de estas características, que sirve para proyectar la diversidad ecológica y agraria del municipio de La Orotava. También la calidad del producto.
Está claro que don Francisco González Díaz, periodista medio ambientalista de Canarias, coetáneo de José Martí y amigo de don Antonio Lugo Massieu, editor de la orotavense revista agraria El Campo, tenía razón cuando escribía a principios del siglo XX la gozada que era caminar por La Orotava. De haber conocido este aceite tan especial estoy seguro que hubiera contribuido con un artículo muy particular celebrando el éxito de la cosecha, como lo hizo con las primeras plataneras que trajo al valle su hermano Rafael desde Gran Canaria, antes de que el Chinyero entrara en erupción a principios del siglo XX, en 1909.
Salud y brindemos por el aceite de oliva virgen extra de calidad excelente producido por Feudo Noble S.L.U. ¡Felicidades Nicolás!