puerto de la cruz

Afonso advierte de que “será exigente” con la ocupación de la vía pública

Vista parcial de una de las calles comerciales de Puerto de la Cruz. | S.M.
Vista parcial de una de las calles comerciales de Puerto de la Cruz. | S.M.

El alcalde de Puerto de la Cruz, Lope Afonso, advierte de que su gobierno “será exigente” con la ocupación de la vía pública dado que “ha percibido un exceso que se ha mantenido en el tiempo” hasta el punto que la proliferación de mesas y sillas en las principales calles del casco de la ciudad obstaculizan y en muchos casos impiden el normal tránsito de los viandantes.

Esta realidad, que suscita a diario la queja de muchos vecinos y turistas y que se ha agravado hace unos tres años con la prohibición del Gobierno central de fumar en el interior de los establecimientos, ha obligado al Ejecutivo local a realizar dos batidas continuas en San Telmo, las avenida Colón y Familia Betancourt y Molina, y la plaza del Charco, las zonas más afectadas por la ocupación. Como consecuencia, añade el mandatario, se han levantado actas de infracción que se están tramitando.

Muchos esperaban que la modificación de la ordenanza, aprobada en 2012, regulara las cuestiones que afectan a la estética del espacio público ya que la de 2008 se quedó obsoleta respecto a la demanda de terrazas de cafeterías, bares y restaurantes, fundamentalmente.

El principal cambio que llevó aparejado esta normativa fue la del cobro en función de la superficie ocupada y no en base al número de elementos, como se hacía años atrás y que daba lugar a picarescas, llegándose a triplicar en algunos casos.

[sws_pullquote_left]“No puedo permitir que el paisaje urbano cambie por el exceso de ocupación”[/sws_pullquote_left]

En la ordenanza, que luego se modificó el 24 de noviembre de 2014 y que establece una reducción del 20 % en las tarifas, se contemplan tres zonas con un precio diferente por metro cuadrado de fachada. La primera comprende la totalidad de la calle Quintana desde su inicio en la Plaza del Charco hasta su final en su confluencia con la calle Santo Domingo, incluyendo la plaza Doctor Víctor Pérez. En esta delimitación también están la avenida Cristóbal Colón desde su confluencia con Familia Betancourt y Molina hasta plaza de los Reyes Católicos, el Paseo San Telmo en todo su recorrido, y la avenida Venezuela. En la segunda zona se incluye la parte que resta del casco y en la tercera, el resto del municipio.

Sin embargo la ocupación de mesas y sillas y en algunas calles los expositores de los comercios, aumenta cada vez más y dificulta el paso de los transeúntes. Un hecho que se agrava para aquellas personas que deben desplazarse en sillas de ruedas, con carros de bebé o que tienen algún problema de movilidad. También hay vecinos a los que les supone un obstáculo al que se enfrentan a diario para poder acceder a sus viviendas o mantener limpia su parte de la acera.

“Puedo entender situaciones puntuales pero no puedo permitir que el paisaje urbano se vea modificado por el exceso de ocupación”, recalca Lope Afonso, quien también apuesta por dejar una vía cómoda de paso tanto para los clientes que quieran disfrutar de una terraza como para el público en general.